viernes. 29.03.2024

IN memoriam y de sayagués a sayagués

Ildefonso Pordomingo (Ilde)

Hace ya unos años que te perdimos, como sayagués, como padre, hermano, marido, vecino y amigo, quizá no por este orden será que te recuerden los muchos que te conocimos pero eso es lo mismo.

No fui capaz de rememorar el momento de los Pendones de la Virgen del Castillo hasta hoy, y ya han pasado años, pero hoy, me armé de valor y hasta algún cordel del pendón de Cozcu agarré, no sin que un escalofrío me recorriera todo el cuerpo pensando en que ibas tirando de pendón como tiempo y años atrás, como me mostraste hace ya muchos años.

Recuerdo con mucho cariño como en tu Cozcurrita natal celebrábamos tu 50 cumpleaños, allí en las escuelas, todos juntos, con una emoción tremenda y con un ánimo sin igual. Te echo de menos por demasiadas cosas: por enseñarme tradiciones y rincones de tu vida y de tu Sayago natal, por tus consejos como hermano mayor, como amigo y como sayagués. Y sí, también por ese idioma que también hablábamos muchas veces y del que se reían las "doñas".cozcurrita_1.jpg

Ya nadie me contesta en la ducha con el pon pon en la pared entre tabiques para irnos a trabajar, y sobre todo por aquellos maravillosos años en los que nos enseñaste a todos que un sayagués puede dejar una huella imborrable en los corazones de las personas.
No pude quedarme a toda la romería como me hubiera gustado, pero ya no estabas para comernos aquella tortilla, y fui a buscarte y a rememórate donde por última vez quisiste estar. Allí junto a la ermita de Cozcurrita, donde tiré la última traca por ti, donde descansas, frente al paseo de los molinos ante la mejor vista del mundo, mi amigo, vecino, hermano mayor y consejero, Idefonso Pordomingo ( Ilde).

Quizá el más bonito de los pueblos en los que haya podido estar y uno de los que siempre tendré en mi memoria. Te fuiste y nos dejaste un gran vacío, pero tu memoria siempre estará presente. Mientras Sayago exista y las buenas personas que te apreciaron sientan que Sayago y tu-nuestra Cozcurrita existe, te tendremos presente.

Sayago, los Arribes y la raya a parte de este mundo necesitan personas que amen, sientan y quieran a los demás como solo tú supiste hacerlo.
Ilde amigo, hoy estuve contigo en tu Cozcu y aunque lloré como una magdalena, me volví a Zamora con una sensación tremenda de cercanía hacia los orígenes de nuestra tierra, la que nos vio nacer y a la que volveremos todos alguna vez.

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