jueves. 28.03.2024

Medios democráticos: una revolución pendiente en la comunicación

En España hablamos presumiblemente de una libertad de expresión, de una democracia que da pie a expresarse e informar con libertad, pero esto no está tan claro como parece.
Los medios de comunicación han estado siempre influenciados por grupos políticos o ideologías de sus dirigentes y esto es algo que aún a día de hoy no se ha acabado de solventar.

El problema viene, sobretodo, cuando ponemos en juego la veracidad de la información. Los medios no siempre dan una información completa sobre un hecho. En el libro de Pascual Serrano "Medios democráticos, una revolución pendiente en la comunicación", se habla por ejemplo del 11-M y las mentiras que nos han hecho llegar sobre el atentado. Esto nos lleva a pensar: ¿cuánta más información nos están ocultando? Pero no se queda sólo en eso, hay otros detalles como el hecho de que sigan permitiendo los anuncios de prostitución en los periódicos, a pesar de que el Congreso de los Diputados pidió su eliminación. La pregunta es: ¿vamos a seguir permitiendo que grandes medios de comunicación se conviertan en agentes de intervención política? ¿Vamos a seguir permitiendo que se juegue de tal manera con la información que recibimos sobre la realidad del mundo en que vivimos?

En países progresistas de América Latina, la comunicación es la base de una de las revoluciones más significativas. La creación de organismos y medidas que atenten contra las mentiras y la propiedad de medios de comunicación por parte de dirigentes con gran poder adquisitivo son verdaderas medidas hacia la democratización de la información. Es importante hacer a los españoles conocedores de estas medidas para que se empiece a debatir sobre este asunto y poder así llegar a convertirnos en un país que abre puertas a una verdadera democratización de la información.

No podemos dejar que nos corrompan ni que el poder de los medios de comunicación y su influencia sobre la sociedad esté sugestionada por organismos externos y dirigentes políticos. Hay que tomar medidas, tener un espíritu crítico a la hora de procesar la información que nos hacen llegar y luchar por una democratización que tristemente, en España, no está tan vigente como nos hacen creer. Si han salido a la luz tantos fraudes periodísticos o falsificaciones de cierta información, ¿cómo podemos saber qué es cierto y qué no? ¿Cómo sabemos que no nos están engañando una vez más? ¿Cómo sabemos que no pretenden simplemente influenciarnos con sus ideologías sin que nos demos cuenta? Somos más que meros espectadores, somos personas con un espíritu crítico y capacidad de opinar.

Y sí, nosotros también tenemos una revolución pendiente.

Medios democráticos: una revolución pendiente en la comunicación
Comentarios