¿El vaso medio lleno o medio vacío? ¿Un punto logrado o dos que se escapan? Los empates en este Zamora CF siempre dejan el mismo regusto en la grada, y porqué no, en el equipo. La sensación de haber logrado un punto importantísimo pero a la vez, la sensación de que con un poco más habrían llegado los tres puntos.
El resultado positivo o negativo, muchas veces depende del resto de resultados de la jornada. Por ejemplo, tras empatar frente al Guijuelo, los equipos que marcan la promoción de descenso perdieron o empataron, por lo que los rojiblancos no han visto deteriorada su renta, e incluso con el Caudal (que descansó), el Tropezón y el Noja, la aumentó.
Es decir, la situación del Zamora, en estos momentos, es la de estar un punto más cerca de la salvación. Porque cuando uno encara enero, las jornadas van cayendo de forma inexorable y angustiando a quienes más puntos necesitan, y el paso de las semanas pesa de una forma que aquí conocemos, especialmente del año pasado.
Ahora los rojiblancos encararán dos semanas fuera de casa antes de recibir al Racing de Santander, el Zamora CF encarará su particular cuesta de enero, en la que, si no sale muy malparado, podría firmar de forma virtual su salvación.
Pasa, para los que ven el vaso medio vacío, que la historia de los empates les suena al sufrimiento del año pasado, aunque el rival que esté enfrente sea el Real Avilés o el CD Guijuelo, dos de los equipos más en forma del campeonato. Lo que ocurre es que dos empates suman menos que una victoria, y en los dos partidos los rojiblancos pudieron logrararla, aunque siendo justos, también pudieron irse de vacío.
Como sea, los empates nunca dejan a nadie satisfecho, porque normalmente son muy pequeños los detalles que marcan que la balanza caiga de un lado o de otro, o que finalmente quede en equilibrio. La realidad es que el Zamora está a 17 jornadas de lograr la salvación, y la renta, hasta el momento, permite resbalar algún día.