jueves. 28.03.2024

España sí tiene letra

"España tiene letra. Una letra hermosa, una letra que rumiamos con los puños apretados y el deseo utópico de que este país la cante un día a pleno pulmón".

Como España va bien; como España no tiene problemas mayores que resolver, anda el país revolucionado con la interpretación de la cantante Marta Sánchez, que unos escuchan con arrobamiento místico mientras otros la mandan a la hoguera. Como España va bien, nadie recuerda que España tiene su propia letra aunque suene en silencio. 

El momento que vivimos se presta a ello. El despropósito separatista catalán ha encendido el sentimiento patriótico y ha derribado ese prejuicio secular de maricomplejines que tenemos los españoles al renegar de nuestros símbolos, nuestros colores, y lucirlos con orgullo. Pronunciar España, decir España no es pecado.

Como cantante, Marta Sánchez ha logrado su propósito. "Su" himno ha repercutido, se ha disparado y eso beneficia su popularidad. Su equipo de márketing estará encantado. Será que una lleva ya muchos kilometros tirados, muchos tiros pegados, pero no creo en las casualidades. No creo que no haya existido oportunismo ni que no calibrase el efecto que podría tener en estos momentos. 

Otra cosa es pretender adoptar ese himno como himno oficial o caer en el arrebolamiento patriota. Otro despropósito más que añadir al devenir de este país que ni va bien ni está como para centrar sus problemas en lo acertado o no del himno de Marta, tan española ella, olé olé, que paga en otro país sus impuestos.

Una letra floja con gaseosa, una interpretación histriónica y unos golpecitos en el pecho no hacen país. A estas alturas, me mueve más el "lolololo" embrutecido que yo misma canto sin complejos porque nunca los he tenido, ni siquiera con mi talla XL en tiempos de talla 36. Amo a España, la amo tanto que a veces la pongo de vuelta y media; la amo tanto que me duele, porque solo duele lo que se ama.

El himno de España no tiene letra, dicen otros. Y la tiene, claro que la tiene. España tiene letra. Una letra hermosa, una letra imposible. Aunque sea una letra muda, una letra latente. Una letra que muchos rumiamos con los puños apretados y el deseo casi utópico de que llegue un tiempo en el que este país la cante cada día a pleno pulmón aunque sigamos tarareando el himno.

El himno de España se inscribe en el orgullo de ser español. El día que no exista el paro, el día que no se produzca un solo desahucio; el día que no haya que llevar al banquillo a ningún cargo público por prevaricar y robar a manos llenas; el día que exista un equilibrio entre todas las comunidades que vertebran el país; el día que los salarios sean justos y no exista tanta desesperanza, tanto escepticismo, tanto santo cabreo entre los españoles de a pie; el día en que nuestros pueblos no se mueran.

El día en que ningún hombre ponga la mano sobre una mujer; el día en que todos los niños vayan al colegio desayunados; el día que nos devuelvan la confianza en las instituciones y la justicia sea justa; el día en que veamos en la cárcel a sinvergüenzas, defraudadores y gentes de las "mordidas"; el día en que el pan llegue para todos; el día en que todos lleguemos a fin de mes; el día en que los ancianos no tiemblen por sus pensiones; el día que exista el respeto y que la libertad de uno no finalice donde acabe la del otro; el día en que seamos todos iguales y libres, el día en que nadie se agache ante nadie... ese día entre todos habrán, habremos escrito la más hermosa letra del himno de España.

España, a secas. España. Aunque siga por los siglos de los siglos sin letra.

 

España sí tiene letra
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