jueves. 25.04.2024

Todos los días sale el sol

Todavía recuerdo ese 26 de julio puñetero en el que un buen amigo de esos que siempre están presntes aunque viva a miles de kilómetros me mando un whatsapp para informarme de la noticia: Agustín ha fallecido. Repasé una y mil veces el mensaje de Luis del Teso y subí con la bicicleta a la parte de arriba del pueblo, donde llega buena cobertura para, desgraciadamente, confirmar la noticia.

Me tomé unos minutos para avisar a los medios en los que trabajaba, para informar a los buenos amigos que tienes en LaSegundaB y entonces dejé de ser periodista. Me senté sobre una pared y no reaccioné durante minutos en los que mi movil sonaba cada cierto tiempo. No tenía el valor de coger aquel teléfono y decirle a la gente la triste noticia.

Me había enterado unas semanas antes que la enfermedad te había vuelto a hacer una falta a la altura de la espinilla, pero a ella se le permite tener siete o ocho amarillas por partido y casi nunca se le expulsa del partido a no ser que le ganes. Miraba cada mañana el whatsapp, ese en el que te había dejado un mensaje, esperando que lo leyeras, que volvieras a conectarte y a decirle al cáncer que ibas a seguir luchando. Lo seguiste haciendo, seguiste empujando hasta el último minuto. Creeme, todos lo hacíamos y sé que lo sabes, porque cada domingo sacas un hueco para sentarte en un asiento del Ruta de la Plata y te pones a ver el partido de tu equipo.

Cada mañana miraba el whatsapp con la esperanza de una buena noticia, una esperanza que nunca perdí porque tú me enseñaste que todos los días salía el sol por muy nublado que estuviera. Cada día sin respuesta pero con muchas ganas de luchar.

Esa misma tarde me desplacé a Zamora, a ese santuario improvisado que los aficionados montaron en la puerta 4 del estadio. Ese santuario que algún malnacido hijo de su madre decidió destrozar llevándose tu camiseta, la que tantas veces habías defendido, la que tantas tardes de alegría nos había dado.

Porque la alegría nunca te faltó. Yo te recuerdo en el partido frente al Guijuelo o el último frente al Constancia. Eras quien nos ayudaba a luchar por la salvación, haciendo bromas, sonriendo, quitándonos la tensión de un partido que era lo más importante de lo menos importante. Y recuerdo abrazarme a ti, sin mediar palabra porque no nos hacía falta. Habíamos hablado tantas veces que no hacía falta decirnos nada. A mi que me daba verguenza preguntarte como ibas en la lucha y tú que sólo querías pelear, nos veíamos, nos abrazábamos, sonreíamos y esa era la mejor señal.

Y al día siguiente Adrián me dio las fuerzas para ir a Peleagonzalo. Fue el amigo necesario para acercarme allí y poder abrazar a Vero, a Paco, a tu familia, como tantas veces hice contigo. Para poder animar a Hugo y a Manu. Encontré las fuerzas porque allí estaban Iker, Edu, Jeffrey, Zuhaitz o Juan Carlos. Esto del fútbol sirve para hacer amistades que sobreviven al paso del tiempo.

Y después, en las orquestas veraniegas de toda la provincia, sonaba la canción de Bongo Botrako, esa que hiciste lema y que a mi me costó escuchar los primeros días, esa que me recordaba irremediablemente a ti pero que con el paso de los días voceé mas fuerte que nunca, para que la oyeras, para que supieras que tenías razón, que todos los días sale el sol.

Han pasado seis meses pero tengo la sensación de que estas muy cerca, ayudándome en los malos momentos. Esa una sensación difícil de explicar, pero es la misma que siento cuando me acerco a la Vírgen de la Soledad o cuando veo la foto de mis bisabuelos en mi bautizo, en el portal de la casa del pueblo. Se que todos y algunos más me protegeis y me ayudais a vivir la vida.

Hoy celebramos el Día Mundial de la Lucha Contra el Cancer, una enfermedad que a mi me ha dejado sin muchos seres queridos que pelearon tanto como tú y que se merecerían tantas litros de tinta aunque fueran desconocidos para el público. Hoy celebramos un día en el que el mensaje tiene que ser que sí se puede, que todos los días sale el sol, que la vida está para vivrla y que este partido lo vamos a ganar.

Todos los días sale el sol
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