La campaña iniciada en Change.org pide la antigua Diputación como sede del museo del escultor y de otras manifestaciones de arte contemporáneo en Zamora.
La Asociación Amigos de Baltasar Lobo ha iniciado una campaña de firmas en la platadorma Change.org para conseguir el Centro de Arte Baltasar Lobo, a fin de albergar el importante legado del escultor en el edificio de la antigua Diputación Provincial junto a otras manifestaciones de arte contemporáneo en la provincia de Zamora.
Creada en 2017, la asociación reivindica que este edificio en desuso pueda ser transformado en un Centro de Arte de 2.500 m2 sostenible, para lo que es indispensable la colaboración institucional entre todas las administraciones locales, autonómicas y nacionales como son el Ayuntamiento, Diputación Provincial, Junta de Castilla y León, Ministerio de Cultura y Cortes de Castilla y León, además de buscar colaboraciones privadas.
En sus argumentaciones, la asociación recuerda que el escultor donó en 1986 una importante coleccion de obras para hacer un museo, incrementado en 1999 con la herencia famliar.
Tras la instalación provisional en la iglesia de San Esteban, parte de la colección permanece expuesta en una sede provisional en la Casa de los Gigantes, "espacio alquilado por el Ayuntamiento a un particular con un coste abusivo", además de mostrar distintas esculturas en los jardines del Castillo.
Así las cosas, a día de hoy, la obra de Lobo está dispersa y más de 650 obras permanecen en un almacén del Museo Provincial y el Ayuntaminto prevé el traslado de la colección permanente de Lobo al Ayuntamiento Viejo, con un espacio también insuficiente para un proyecto museístico serio.
En su escrito la asociación denuncia asimismo la falta de colaboración y de compromiso institucional, recordando que en un principio la Fundación Baltasar Lobo aglutinaba al Ayuntamiento, la Diputación Provincial, Junta de Castilla y León y la familia del escultor, mientras que en la actualidad solo permanecen el Ayuntamiento y la familia, lo que supone una estructura demasiado débil para desarrollar el proyecto.
Denuncian asimismo la falta de un profesional de museos, puesto que la colección pública no ha tenido nunca un profesional exclusivo para dedicarse íntegramente al legado, preparar el proyecto del museo definitivo y dinamizar la colección, razón en la que estriban los sucesivos fracasos del fallido museo
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