La XVII edición del Festival Internacional de Música Pórtico de Zamora, el más prestigioso evento cultural que se celebra en Zamora, está en estos momentos en el aire y su celebración peligra tras la renuncia personal de su director y mentor, Alberto Martín, para continuar al frente de la organización del ciclo.
Lo que era un rumor desde el pasado verano en círculos de profesionales y aficionados a la música saltaba ayer a las redes sociales anunciando la posible desaparición del prestigioso festival, más por el cansancio y el ingente trabajo personal que entraña mantenerlo para quien ha estado al frente desde su inicio en 2003 que por problemas económicos.
Aunque el director del festival ha declinado hacer declaraciones a este periódico y ni confirma ni desmiente este extremo, fuentes próximas a la organización señalan una renuncia personal tras dieciséis ediciones de auténtico lujo con la presencia de los principales grupos y solistas nacionales e internacionales de música clásica en la iglesia de San Cipriano de Zamora.
Este nivel se ha reforzado en las últimas ediciones -que han cambiado de formato- con la presencia de destacados intérpretes y compositores contemporáneos.
El festival en sus últimas ediciones es coproducido por la Asociación Internacional de Música Pórtico de Zamora y el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música del Centro Nacional de Difusión Musical. Cuenta además, con el patrocinio del Ayuntamiento de Zamora, la Fundación Iberdrola, el diario La Opinión de Zamora, el Obispado de Zamora y la Junta de Castilla y León.
En el caso de que la XVII edición del festival no se lleve a efecto, Zamora perdería su más prestigiosa cita cultural, ya consolidada y con un peso internacional de primer nivel.