Una noche flamenca de las de corrala y de las de clase la que siempre aparece cuando se trata de una zamorana de pro con el corazón puesto en arte de la danza y el baile flamenco.
El «CUADRO FLAMENCO DE CARMEN LEDESMA» volvió por sus fueros en la terraza del Ramos Carrión en una noche de nueva normalidad a la que puso ritmo, alma y saber la troupe de Carmen Ledesma.
Si el viernes Rafael Amargo hacía lo propio en Toro, el espectáculo en Zamora lo daba el domingo en la noche de cante y baile Flamenco con las bailaoras solistas de la escuela y academia de baile más prestigiosa de la ciudad en cuanto a la danza y el baile flamenco se refiere.
Carmen, Alicia y Celia en solitario se comían el escenario que se quedaba "chico" ante tanto arte. Con el cante de Dalila Salazar, la guitarra flamenca de Nano Serrano y la percusión de Monsi, la noche no podía fallar y entre las, Soleá por Bulerias, Alegrías, Tangos, Farruca, Tientos y todos los palos del flamenco añadidos, la dirección estaba clara y el éxito asegurado.
Carmen y su cuadro flamenco voltearon la Terraza del Ramos Carrión que no pudo por menos que marcar pasos, palmear y añadirse a la fiesta que siempre realiza como colofón una Carmen Ledesma que mantiene el frescor de una gitana joven aunque sean más de 30 años ya los que en Zamora el flamenco lleve un claro apellido que resuena en el arte del flamenco. 
