viernes. 29.03.2024
El punto de partida de la ruta es el mirador al Duero, río al que tantos poetas y escritores le han dedicado pasajes

El profesor Julio Eguaras prepara un libro con una ruta literaria que discurre desde la Catedral hasta el Campus Viriato.

El profesor de Literatura del IES Río Duero, Julio Eguaras, prepara la edición del libro "Una ruta literaria por Zamora", que propone un paseo urbano desde la Puerta del Obispo hasta el Campus Viriato con numerosas paradas en rincones, edificios, locales y monumentos relacionados con diversos creadores tanto nacidos en Zamora como relacionados con la ciudad.

Julio Eguaras, autor de la ruta literaria por ZamoraLa ruta, que Eguaras ha realizado con sus alumnos, fue presentada en las Jornadas de Fomento de la Lectura para profesores y ha dado pie a la edición de un libro que verá la luz en septiembe, en cuya edición colaboran el Ayuntamiento y el Centro Comercial Valderuey, que recoge todo tipo de detalles y anécdotas de diversos escritores relacionados con la ciudad.

Fachada del Obispado, junto a la Puerta del ObispoAsí, el recorrido comienza con una serie de poemas sobre Zamora de Claudio Rodríguez, Ezequías Blanco y Augusto López Krahe y en un lugar emblemático, como es el mirador de las Peñas de Santa Marta sobre el Duero, ilustrado con obras de Claudio, Hilario Tundidor, Blas de Otero, Miguel de Unamuno, Gerardo Diego, Natalia Carbajosa (que ha realizado un poema inédito sobre una foto de una cencellada), José Ángel Barrueco (que ha indicado el lugar como su sitio favorito para escribir), Kirmen Uribe (escritor vasco, Premio Nacional de Narrativa, que incluye en una de sus novelas la leyenda del anillo de San Atilano) o Alejandro Finisterre, albacea de León Felipe, que protagonizó un hilarante episodio de secuestro aéreo.

Junto a ese enclave privilegiado que mira al río se encuentra la Puerta del Obispo, donde se enmarca la novela de Félix Modroño "La sangre de los Crucificados" y también "Mucho dinero" de José Villalba Garrote. También el entorno del casco antiguo remite a la obra de Solana de "La España Negra", con su procesión en Zamora, junto a fragmentos de Pilar Antón, José Calles, Tomás Segovia o Waldo Santos.

Calle ArcipresteLa ruta prosigue en el entorno de la Catedral, donde recientemente han sido ubicados paneles con la obra poética de Fili Chillón, Concha Pelayo, Encarna Prieto y Charo Antón. Ya en la rúa, parada obligatoria en la casa de Agustín García Calvo y muy cerca, en la calle Arcipreste, mención a Luis García Jambrina, donde siempre ha vivido su familia. Aunque no es escritor, Julio Eguaras de detiene también en la Plaza Fray Diego de Deza, en el domicilio del pintor Antonio Pedrero, que retratase la Zamora de los años 50 en su mural La Golondrina, con un jovencísimo Claudio apostado en la barra de aquel mítico bar.

Avanzando en el recorrido, ante la fachada del antiguo Correo de Zamora Eguaras evoca a Braulio Llamero o una eFachada del Café Auretontrevista realizada a García Márquez; en la Plaza de Claudio Moyano la estatua de Ignacio Sardá recuerda al poeta y profesor de francés, mientras que la Biblioteca Pública sirve para recordar a numerosos autores, la mayoría integrantes del Seminario Permanente de Claudio Rodríguez como Juan Manuel Rodríguez Tobal, Juan Luis Calbarro, Luis Ramos de la Torre o Fernando Martos, entre otros.

Calle de los HerrerosEn la Plaza de Viriato la ruta lleva hacia el café Aureto, lugar frecuentado por numerosos creadores como Mario Crespo, Kankel Barrueco, Ángel Fernández Benéitez o Máximo Hernández, entre otros, sin olvidar sus inicios en la calle Arcipreste con el trueque de lbros y sus premios de relatos cortos. Casi al lado, Zamora recuerda a Miguel Ramos Carrión y a Leopoldo Alas Clarín, al que "nacieron" en el edificio de la antigua Diputación. Junto al noble inmueble, la Librería Semuret (antigua Religiosa) figura como editorial que ha impulsado a diversos autores zamoranos.

Fachada del Teatro PrincipalYa en el entorno de la Plaza Mayor, la calle de Los Herreros evoca la obra de David Refoyo, con un recuerdo para la desaparecida taberna La Dama, donde tantos recitales poéticos se realizaron. En la calle San Andrés, la actual galería de arte Espacio 36 evoca el desaparecido Bar Rocío, que tanto frecuentara Claudio. En Santa Eulalia, la bodega Chimeno vinculada a Aníbal Núñez. En ese mismo entorno, el Teatro Principal renueva la poesía de su director, Daniel Pérez, mientras la calle Feria habla de la primera novela de Tomás Sánchez Santiago, en la que se refiere a las estancias de Lorca en Zamora, donde llegó a tocar el piano en el Casino.

Palacio de los Momos y Plaza de ZorrillaLa iglesia de San Antolín habla del catedrático Luis Cortés Vázquez y sus coplillas a la Virgen de La Concha, mientras que el Palacio de los Momos es el edificio que da título a la novela de Javier Gómez de Liaño, quien pasó su infancia y juventud en Zamora. Además, Julio Eguaras recuerda el chascarrillo que circuló por Zamora al ubicar una maternidad de Baltasar Lobo en la Plaza de Zorrilla.

Antigua cárcel de ZamoraJunto a La Oronja, Eguaras recuerda a su compañero Fernando Romera, que convirtió al propio profesor en uno de los personajes de novela. En la calle Santa Clara, evocaciones para Lorenzo Pedrero y Alfonso Peñalosa, hasta llegar al Gobierno Civil, antigua cárcel, para recordar el asesinato de la mujer de Ramón J. Sénder, Amparo Barayón, madrina de comunión de una tía del autor de la ruta y alumna de piano de Dámaso Eguaras, que fue organista de la Catedral.

Por petición del escritor y la evocación de su actividad y sus olores y texturas, el mercado es el lugar donde Eguaras sitúa la obra de Juan Manuel de Prada y recuerda cómo José Miguel Martín de la Vega incluye al autor zamorano en una de sus novelas como personaje de ficción. En el Bar Chillón aparece la figura de Amparo Enríquez, vinculada a la familia, donde se la puede ver con el cantante Fernando González y los amigos de la infancia.

La ruta finaliza en el Campus ViriatoEn la Zamora moderna, un recuerdo para Jesús Ferrero y Jesús Losada, así como para Jaime Siles, quien realizó el servicio militar en la capital y fue el primer director del Colegio Universitario. La ruta finaliza en el Campus Viriato, como símbolo de la gesta de un pueblo que recuperó el espacio castrense para la ciudadanía y la cultura, con alusiones a Xurxo Sierra, profesor del centro, o a Emilia Casas, que recientemente ha presentado su novela "El asesino de la vela".

Se trata, en definitiva, de un paseo por la literatura, la intrahistoria y los personajes que han cantado y contado las cosas de la ciudad, para que los zamoranos no olviden el poso cultural que reside en cada una de sus esquinas.

Un paseo por la Zamora de escritores y poetas