Unas doscientas personas, devotos y cofrades, han acompañado hoy al Nazareno de San Frontis, imagen titular de la Cofradía de Jesús del Vía Crucis, en su festividad, que se celebra cada año el último domingo de octubre. A las 12 horas se iniciaban los actos con una misa en la iglesia de San Frontis.
Allí, en el templo sanfrontino, recibe culto durante todo el año la imagen, que sale en procesión el Martes Santo, después de ser llevada a la Catedral en un traslado popular el Jueves de Pasión. Además, el Nazareno recorre las calles del barrio cada 14 de septiembre, coincidiendo con la festividad de la Exaltación de la Cruz.
La ceremonia, abarrotada de fieles, fue presidida por el capellán de la cofradía, José Ángel Rivera de las Heras, y contó con la asistencia de la mayoría de representantes del resto de cofradías zamoranas, así como del presidente de la Junta pro Semana Santa, Antonio Martín Alén, y del diputado de Cultura, José Luis Bermúdez.
Tras la Eucaristía, tuvo lugar la imposición de las insignias de plata a los mayordomos del año en curso, que son Alberto Barbero, Francisco Javier Sansegundo, Marcos Jambrina, José Hernández, Juan Prieto, Miguel Ángel García, Francisco Javier Hernández, Francisco Román, Luis Martín, Víctor Gato, Álvaro Martín, José María Vara, Santiago Sáinz de Baranda, Pedro Martín, José María Sayago y Juan María González.
Hay que recordar que la procesión del Martes Santo hubo se ser suspendida a causa de un fuerte aguacero la pasada Semana Santa, por lo que la cofradía realizó el rezo del Vía Crucis en el interior del templo mayor de Zamora. Esta circunstancia obligó asimismo a modificar el recorrido de la Cofradía de la Virgen de la Esperanza, que no pudo ser trasladada al convento de Cabañales, desde donde efectúa su salida procesional en la mañana del Jueves Santo.
En este sentido, el presidente de la cofradía, Pedro García Álvarez, anunció que los mayordomos de este año podrán salir el próximo año en un sitio preferencial de la procesión, junto a los mayordomos de 2014, a fin de que puedan cumplir su mayordomía como corresponde.
La celebración finalizó con un vino de honor al que convidaron los mayordomos a todos los presentes, cofrades, familiares y amigos.
