sábado. 20.04.2024

Esta mañana ha comenzado en el Seminario San Atilano el curso de la Formación Permanente del Clero. El obispo ha llamado a los sacerdotes a aprovechar sus encuentros formativos para crecer en comunión y se les ha presentado el nuevo catecismo para niños y adolescentes Testigos del Señor.

Esta mañana ha tenido lugar la inauguración del curso de la Formación Permanente del Clero, con la asistencia de gran número de sacerdotes, y de algunas de las religiosas que colaboran en la tarea pastoral rural. Ha comenzado con el rezo de la Hora Intermedia en la iglesia de San Andrés, presidida por el obispo, Gregorio Martínez Sacristán. Después de la lectura bíblica, el prelado ha recordado a los sacerdotes asistentes que "conviene que no olvidemos la formación permanente del clero".

Evitar la murmuración

En sus palabras, el obispo también ha recordado algo señalado en más de una ocasión por el Papa: "no convirtáis el encuentro de la formación en lugar de murmuración. Que sea como la fuente que riega la experiencia de la misión que tenéis la obligación de realizar. No faltéis, si es posible, a estos encuentros. Id con espíritu fraterno, misionero... en definitiva, sacerdotal. Id para coger fuerzas del Señor y de los hermanos para ser mejores testigos y apóstoles".

Martínez Sacristán también aprovechó para comentar: "acabo de firmar el decreto dando la obligatoriedad a toda la Diócesis de seguir el catecismo Testigos del Señor. Este año vamos a ir entrando en él, y el año que viene será obligatorio para realizar el proceso continuo de la iniciación cristiana, sin cortes".

El contexto del nuevo catecismo

El encargado de la sesión formativa fue Juan Luis Martín Barrios, sacerdote diocesano que compagina su servicio como párroco de Valcabado con la dirección de dos secretariados de la Conferencia Episcopal Española: el de la Comisión Episcopal de Pastoral y el de la Subcomisión Episcopal de Catequesis.

Precisamente en este ministerio le ha tocado coordinar los trabajos de elaboración del catecismo Testigos del Señor, presentado hace unos meses por la Conferencia Episcopal, y que ha sido el tema de su ponencia.

"Os voy a presentar un bello libro: el catecismo Testigos del Señor. En la Iglesia y en su quehacer cotidiano tenemos cuatro grandes libros: la Sagrada Escritura, el Misal, el Catecismo y el Código de Derecho Canónico", fueron sus palabras iniciales. "Un catecismo es como un álbum de familia para custodiar la memoria. La Iglesia hace memoria en este libro, y se la contamos a los niños y adolescentes", afirmó.

En 1996 la Iglesia en España comenzó el proyecto de elaborar los materiales de adaptación del Catecismo de la Iglesia Católica, encargando los obispos en primer lugar el texto de Los primeros pasos en la fe, para el despertar religioso de los niños. En segundo lugar, apareció el catecismo Jesús es el Señor, al servicio de la iniciación sacramental hasta los 10 años.

El paso siguiente ha sido el catecismo que sirva para la maduración de la fe ya recibida, y para eso sirve Testigos del Señor. Ha venido a sustituir al catecismo anterior Ésta es nuestra fe, que siendo español sirvió como referencia para el catecismo universal presentado por Juan Pablo II.

El catecismo, por dentro

El objetivo fundamental del nuevo texto es "en continuidad con Jesús es el Señor, busca favorecer el crecimiento y la maduración de la fe recibida". Junto a esto, tres objetivos más particulares: a nivel personal, eclesial y social. "A nivel personal: propiciar un mayor crecimiento en la vida cristiana (conocer, celebrar, vivir, orar y transmitir). A nivel eclesial: vivir la fe de la Iglesia y proponer, progresivamente, la inserción en ella. A nivel social: el testimonio en los diversos ambientes donde se mueve el creyente".

En cuanto a la pedagogía que tiene el libro, se trata de una iniciación a los misterios de la fe. Nuestro tiempo, según el ponente, se parece más a los primeros siglos del cristianismo, un momento en el que los Padres de la Iglesia no se limitaron a explicar doctrinas o defender valores morales, sino que ofrecieron como respuesta el encuentro con Cristo, con la transformación de la vida de la persona. "Estamos afectados por un cristianismo a la carta", señaló.

"Un encuentro se da cuando una persona, al relacionarse conmigo, me afecta, me marca y me transforma". Es algo que brota de lo más hondo del ser humano. Es lo que les sucedió a los apóstoles con Jesús.

En cuanto a la estructura del catecismo, se basa en la estructura de la Vigilia Pascual, la celebración litúrgica más importante del año cristiano. Así, el libro tiene 5 partes. Cada una de estas partes arranca con preguntas típicas de los destinatarios, los chicos entre 10 y 14 años. Se pretende que aprendan a vivir como cristianos: cada día, cada semana.

Hay un recorrido catequético novedoso, recogiendo "la pedagogía del héroe, y por eso se le ofrecen a los chicos los personajes bíblicos. Se distinguen: los hechos bíblicos, los acontecimientos que suceden en ellos, y los personajes que intervienen, cada uno de ellos con su identidad, vocación y misión". Así, Juan Luis Martín fue desgranando las partes y contenidos fundamentales del libro.

El catecismo concluye con una propuesta de varios santos como modelos de vida cristiana, una serie de preguntas y respuestas para la síntesis de la fe, adaptadas a su edad, y un elenco de oraciones. Además, el ponente explicó a continuación la estructura interna de cada uno de los temas, que son 50 en total. "La imagen constituye un contenido fundamental en este catecismo, pues refuerza lo que dice el texto", afirmó.

El libro, además, "es un libro de la fe y para la fe". La fe es la adhesión personal del hombre a Dios revelado en Jesucristo. Este catecismo es también "un instrumento de comunión, por la sinfonía de la fe", y que tiene en cuenta a sus destinatarios, "haciendo legible y comprensible a los chicos de hoy lo que dice la Iglesia". Los interlocutores reciben, así, accesible a ellos, la fe de la Iglesia.

Los sacerdotes comienzan el curso de su formación