Victoria 24 -20 para el Balonmano Zamora que empequeñeció al Alcobendas durante muchos minutos pero que vió peligrar la victoria en los minutos finales debido al gran potencial de los madrileños.
En ninguna quiniela, ni siquiera en la mente de Eduardo García Valiente, estaba el inicio de partido que hizo el Balonmano Zamora, unos primeros minutos en los que Alcobendas parecía un juguete roto, un equipo desesperado, una víctima más del equipo zamorano.
Hasta ocho minutos tardó el equipo madrileño en ver puerta por primera vez ya que la combinación defensa + Luis Posado + esa pizca de suerte que siempre hace falta, fueron una losa demasiado grande para los visitantes durante todo el partido. Y es que si una figura destacó por encima de todos, ese fue Posado, con una actuación digna de un portero de la máxima categoría, haciendo pequeño el marco, llegando a balones imposibles y haciendo fallar mucho a los rivales.
Pero si Posado estuvo excepcional, no menos lo estuvo el trabajo defensivo del equipo zamorano, construyendo la victoria en ese trabajo atrás, en ese juego ingrato en muchas ocasiones, pero que acaba levantando pabellones cuando se puede correr. El MMT Seguros dejó su portería en 20 goles, récord de esta temporada para los zamoranos que se demsotraron a si mismos que también saben ganar a pocos goles.
El trabajo fue muy bueno durante todo el partido, pero en los primeros 30 minutos rozó la perfección, encajando únicamente ocho goles en los más de 25 ataques de los que dispuso Alcobendas.
Los zamoranos se fueron al descanso con una renta de siete goles, 15 - 8, comandados en ataque por un sensacional Octavio, que semana a semana vuelve a encontrar su mejor momento y ya es un jugador a temer en División de Honor Plata.
En el segundo periodo costó arrancar, pero tampoco Alcobendas era capaz de reducir la renta zamorana, por lo que el paso de los minutos era a favor de los zamoranos. Mientras el equipo se atascaba en ataque, Luis Posado resolvía atrás para que siguiera la renta de siete goles 19-12 cuando habían transcurrido ya diez minutos de esa segunda mitad.
Pero Alcobendas no iba primero (de los que pueden ascender) por casualidad, y aunque le costó encontrar el hueco en la defensa zamorana, en esa muralla de Viriatos, lo hizo, y apretó el final del encuentro. A los zamoranos les tocó sudar para hacer todavía más épica la victoria, para conseguir que el público diera ese plus que tiene el Manuel Camba y no se escaparan los dos puntos.
El Balonmano Zamora flaqueó en los minutos finales, después de convertir en algo mundano, la hazaña de cargarse al máximo favorito al ascenso directo, pero aún con las fuerzas justas supo rematar la faena, supo vencer en los minutos finales. Esos minutos finales que a principio de temporada le robaron puntos y que ahora, totalmente acoplados a la categoría, son los minutos en los que se siente cómodo el equipo.
El Camba se cobró al final otra víctima, cayó el que, todavía ahora, sigue siendo el equipo que lidera la clasificación por el ascenso, pero que en Zamora, en una hora, no pudo pasar de los 20 goles, y acabó cayendo, frente a unos guerreros, 24-20.
