martes. 23.04.2024

El día tenía todos los ingredientes para que el Balonmano Zamora pudiera engrandecer aún más su historia: un pabellón lleno, la cantera presente y un rival de gran entidad enfrente. Los chicos de Eduardo García Valiente consiguieron concentrarse en redondear la fiesta y se llevaron por delante a un Academia Octavio que acabó el partido desquiciado y a merced de los zamoranos.

El MMT Seguros vuelve a los puestos de play-off, lo hace en un día que será recordado durante mucho tiempo por el club y por la sociedad zamorana, una ciudad que hoy no quiso darle la espalda al equipo y que llenó el Ángel Nieto hasta los topes. Al menos la tribuna, la que estaba reservada para el público, para esa grada caliente del Camba, para los muchos zamoranos que quisieron acercarse a ver este deporte que normalmente sólo se ve en las televisiones.

El día tenía los ingredientes perfectos para que el Balonmano Zamora volviera a hacer de las suyas, volviera a poner en pie al público, a demostrar que esta gran familia sigue creciendo a pasos agigantados, y a hacer cantera. Porque estos partidos son los que hacen cantera, los que animan a los niños a seguir los pasos de sus ídolos. Son partidos que empiezan a ser habituales en el seno del MMT Seguros, pero no por ello, dejan de ser especiales.

Los jugadores de Eduardo García valiente han cambiado su estilo de juego en las últimas semanas, lo han perfeccionado. Al martillo pilón que corría y desgastaba a inicio de temporada, ahora le han añadido un poco de calma, una pizca de veteranía, los componentes justos para vencer la pasada semana en Barakaldo, para ganar al Octavio.

El 3-3 con el que salió el cuadro pistacho no funcionó a la perfección, porque era difícil evadirse de la realidad de haber conseguido convocar a tanto público, porque había que adaptarse al Ángel Nieto, porque enfrente había un gran equipo. Los gallegos tenían pequeñas rentas que los zamoranos minimizaban gracias al trabajo de su línea exterior, de un Octavio que empezó sacando su muñeca a pasear para que los rivales tuvieran que liberar las marcas sobre Salinas o Jortos.

Le costó arrancar al Balonmano Zamora, pero cuando lo hizo ya fue imparable. Camino empezó a correr sin que nadie lo pudiera parar y los contrataques de los locales eran puñetazos directos a la autoestima de Octavio que se iba al descanso perdiendo de cuatro goles (16-12).

Volvió a costarle ligeramente el inicio del segundo tiempo a los zamoranos, otra vez con la cabeza un poco pendiente de la presentación de la cantera, otra vez con el corazón a doscientes pulsaciones. Pero volvió a arrancar la maquinaria y apareció Salinas, que estuvo errático en los primeros minutos pero que acabó dando un clinic de como jugar en el pivote, de como desarmar el juego del equipo rival. Y tras la tormenta, la que acabó expulsando al meta rival con roja directa, la que hizo que los zamoranos abrieran la brecha definitiva en el marcador, vino la calma.

Porque este equipo que interpreta los partidos como un grupo de heavy-metal se puso a tocar un adaggio, música clásica, deliciosa para el oído. Empezó a mover la bola sin prisa, buscando al hombre libre, arañándole segundos al crono mientras Alonso y Fernando ponian una muralla que, cuando era superada, volvía a cerrarla Alberto Miranda.

Y el partido acabó cuando Octavio empezó a entrar en una guerra subterranea, más pendientes de pegar que de recortar, lo que acabó provocando otra expulsión en los rivales, totalmente desquiciados porque no eran capaces de hacer daño al equipo zamorano, hundidos tras haberse visto fuera de partido casi siempre.

Entonces Eduardo García Valiente tuvo uno de esos gestos que hacen vestuario, dio entrada a Luis Posado, que durante muchas jornadas fue actor principal e importante y que ahora sigue aprendiendo con un maestro como Miranda, le dió la batuta a Andrés. Los dos acumularon buenos minutos en el Ángel Nieto, siguieron creciendo y entraron en la dinámica del equipo.

El 34-29 final no demuestra toda la superioridad local, no acaba de refrendar el partido redondo de los zamoranos que consiguieron que la fiesta fuera completa en un día muy especial para toda la familia del Balonmano Zamora.

El Balonmano Zamora consigue una fiesta perfecta