El Balonmano Zamora recibe este sábado a Sarriá, un equipo complicado y que planteó muchos problemas a los de Leo Álvarez en el partido de ida, llevándose la victoria. El encuentro arrancará a las 19:30 para un conjunto pistacho que tiene que hacer del Ángel Nieto un fortín inexpugnable.
Una jornada más, los pupilos de Leo Álvarez regresan al Ángel Nieto, donde están mostrando un gran nivel competitivo. Pero la liga, incluso más que la pasada campaña, está suponiendo una montaña rusa en cuanto a resultados, con dos versiones opuestas en función de la cancha en la que se desarrolle el juego. En el pabellón zamorano el Balonmano Zamora acumula siete victorias, un empate y dos derrotas, lo que le colocaría en quinta posición en caso de tener en cuenta solamente estos datos.
Sin embargo, como visitante, los números, a veces odiadios por los jugadores, indican todo lo contrario, el Rutas del Vino tan solo ha ganado un encuentro, la que conseguía frente a Palma del Río, el colista de la liga, y un empate, un punto que sumaba ante Amenábar Zarautz. Unas cifras que le sitúan como visitante en la 14ª posición, sin duda, preocupante el vaivén que está viviendo el equipo durante esta temporada 2019/20.
Este fin de semana, sábado concretamente, el equipo pistacho recibe a Sarriá, un rival directo que suma los mismos puntos que los zamoranos y con una victoria menos, ocho por el B.M Zamora y siete por los catalanes. El Ángel Nieto tendrá que ser una fortaleza más que nunca si los de Leo Álvarez quieren mirar a la parte media alta de la tabla, donde ya se sitúa el Barça B con tres puntos más. Coincide en esta jornada el encuentro entre Córdoba y Amenábar, otro duelo entre rivales directos para los pistachos que puede marcar un punto de inflexión si los dos puntos se quedan en el pabellón homónimo del 12+1.
A partir de las 19:30 comenzará la contienda en la que Dalmau y Jortos se quedan fuera, el primero todavía en recuperación y el segundo por motivos laborales. Un partido en el que los de Zamora intentarán buscarle las cosquillas a Sarriá con una defensa fuerte y contragolpes veloces que hagan daño a la zaga catalana. Clave será mantener la atención durante los 60 minutos, tal y como señalaba el entrenador, Leo Álvarez, en la rueda de prensa previa.
En el vestuario saben que las ganas no se negocian y que con el apoyo de la afición han de demostrar que la unión de este equipo será todavía más fuerte.
