Una victoria de los zamoranos, unida a una derrota de Octavio, dejaría al equipo de Eduardo García Valiente virtualmente en el play-off de ascenso a Asobal.
Después de caer, lo importante es levantarse. Y que mejor oportunidad que el colista para sumar otros dos puntos que dejen a los pistacho acariciando el play-off a Asobal, un objetivo que ya parece bastante cercano.
Los zamoranos, que si se dieran una serie de resultados tendrían de forma virtual la clasificación, tienen en casa dos compromisos asequibles para ser equipo de play-off y hacer disfrutar a la afición durante un mes más.
Ereintza, que empató hace cinco jornadas frente a Octavio, no consigue puntuar a domicilio desde que venciera a Teucro en febrero, y tiene en su casillero cinco puntos durante toda la competición, por lo que da sus últimos coletazos antes de descender de categoría.
Los zamoranos quieren recuperar su autoestima después de la dolorosa derrota de la pasada semana y recuperar el balonmano que llevaban haciendo durante muchas semanas y que les ha llevado a los puestos tan altos de la clasificación.
