Nueva derrota del CD Zamarat, la cuarta de la temporada, que le deja colista en solitario, como único equipo que todavía no ha vencido en lo que se lleva de competición.
Durante algunos minutos parecía que podía llegar, que los fantasmas de los últimos partidos, por los cuales en los minutos finales el Zamarat se dejaba los partidos, no aparecerían, que la remontada que se había iniciado tras el descanso y se había consolidado al inicio del último cuarto, podía dejar la primera victoria en el casillero zamorano. Pero todo se esfumó, desapareció en un cúmulo de despropósitos de los dos equipos en los minutos finales, de fallos, de pérdidas, de nervios y de algunas buenas defensas. Era el colofón a un partido de tiras y aflojas en los que las canarias casi siempre fueron por delante pero nunca rompieron el partido.
Retrocedamos al inicio de todo, a cuando el partido se disputó durante tres minutos en la cancha del equipo canario, una cancha que se llenaba de humedad en el parquet y que imposibilitaba el juego. Fueron tres minutos en los que las canarias lograron dos puntos y las zamoranas hicieron agua. Sólamente tres minutos antes de suspender el encuentro.
Durante media hora el partido estuvo parado, buscando soluciones, intentando continuar el encuentro para no hacer demasiado daño a ninguna de las dos escuadras. La solución final fue jugar en el Centro Insular de Deportes y retrasar el inicio del partido dos horas.
Todo se trasladó, el público, los equipos, todo lo necesario para reiniciar el encuentro, y todo se hizo con velocidad, la necesaria para no tener que esperar hasta las 22 horas peninsulares para comenzar de nuevo.
Otra vez, como en el otro inicio de partido, el CD Zamarat entró frio, sin lograr encestar, permitiendo que la renta local se fuera hasta el 7-0, hasta que Nadira McKenith abrió el melón con cuatro puntos consecutivos que ayudaron a arrancar a las naranjas. Fue un espejismo anotador de la americana que no estuvo acertada en el tiro y acabaría el encuentro con once puntos y únicamente cuatro canastas conseguidas de los 22 intentos que acumuló. Un porcentaje pírrico que condicionó demasiado a las de Juan de Mena para encontrar la victoria.
El poco acierto de McKenith, unido a la diferencia anotadora en la línea del triple, fueron dos factores que al final del partido decantaron la balanza del lado local. Y es que mientras las canarias acababan el partido con un 42% de triples, las zamoranas se quedaban en un 18% insuficiente para abrir la defensa canaria.
La primera mitad estuvo a punto de acabar con el partido cuando las locales llegaron a tener 9 puntos de ventaja y amenazaban con romper el partido, pero el equipo naranja sacó el carácter para reducir la diferencia y hacer que pasaran los minutos. Volvieron a ponerse las de Mena a cuatro puntos de las canarias, pero el final del segundo tiempo volvió a dejar los nueve puntos de ventaja con toda la segunda mitad por jugarse.
El tiempo de asueto sirvió para que Juan de Mena ajustara la defensa naranja, que había acumulado 38 puntos en veinte minutos, y a partir de ahí consolidar la remontada. Los ajustes funcionaron y las canarias tardaron seis minutos en anotar tras la reanudación. El Zamarat volvía a estar en partido y cerraban el tercer cuarto a cuatro puntos, después de haber estado a uno en algunos momentos del cuarto.
Llegaba el momento de la verdad, ese último cuarto que le había hecho descolgarse en huelva o perder el partido frente a Cadí. Entonces apareció el acierto de las zamoranas que con un triple de Okockyte, una canasta de Ylenia, y otros dos puntos de Nadira McKenith se ponía por delante en el marcador por primera vez en todo el partido. Las naranjas habían nadado para intentar acabar logrando la primera victoria de la temporada.
La ventaja visitante duró, lo que tardó Chambers, máxima anotadora del partido con 23 puntos, en anotar un triple y volver a poner por delante a las canarias. No volvería ya a ponerse por delante el cuadro de Juan de Mena, que se encontraría entre dos y cuatro puntos durante los siguientes minutos, esperando un error de las canarias para volver a asestar un golpe.
Los errores llegaron, y es que cuando restaban 4:30 para el final del partido, una canasta de Pirsic ponía el 56-54 y todo por decidir. A excepción de un tiro libre anotado por Davis, el electrónico no se movió hasta que se entró en el último minuto. A las jugadoras de los dos equipos les temblaron las muñecas a la hora de cerrar el partido y el tiempo pasaba a favor de las canarias que iban por delante pero que no eran capaces de matar a las zamoranas. Ylenia, Marina, o Nadira tuvieron tres triples para igualar la contienda, pero el acierto desde el 6,75 no es el punto fuerte de las zamoranas. Quien si encontró el triple fue Yurena Díaz que daba aire a las suyas y dejaba el 60-54 a menos de un minuto para el final.
Mckenith, fallona en el tiro hasta entonces, le dió la réplica y volvía a dejar la diferencia en tres puntos a 30 segundos del final. Chambers convertía un tiro libre más y Marina Delgado se llevaba una chapa para finalizar el encuentro con 61-57.
La derrota de las naranjas, cuarta de la temporada, unida a la victoria de Mann Filter ayer, deja al CD Zamarat como colista en solitario y obliga a las zamoranas a sumar en el proximo partido en casa frente a Burgos si no quiere descolgarse en la clasificación.
