Agónico triunfo del Zamarat ante el Campus Promete en esta tarde sábado por 67-64. Un partido en el que las conclusiones que saca Ángel Fernández son positivas en cuanto a intensidad y al espíritu del equipo por seguir luchando por la salvación.
"Estamos ahí", comenzaba el entrenador de Quesos el Pastor, Ángel Fernández. La victoria supone una bombona de oxígeno para un equipo que llegaba mermado y que su entrenador se ha encargado de levantar, de llevarle a un nuevo triunfo vital. Ángel Fernández ha destacado y ha hecho saber que "el equipo no ha dejado nunca de creer" y espera que el próximo cinco de abril esté celebrando con la afición zamorana la salvación.
Las buenas sensaciones que se vieron en partidos como Tenerife, Girona o IDK parece que han vuelto a recuperarse después de los fracasos ante Ensino y Araski. Especialmente se han recuperado ante un equipo "que venía como un avión". "Les hemos desactivado" señalaba el técnico, que ha alabado la "responsabilidad" de sus jugadoras a la hora de defender el uno contra uno.
El lado negativo es el último triple del encuentro, lo que hace que el basket-average favorezca a Campus Promete, aunque el míster cree que no será necesario contra el equipo logroñés. Ante ese último triple, Fernández pedía un pequeño plus para saber cómo utilizar las últimas faltas y no asustarse en momentos calientes del juego.
En el aspecto ofensivo, en algunos tramos las jugadoras tomaron decisiones erróneas a la hora de buscar canasta. En varias jugadas de tiro con más o menos espacio, la poseedora del balón ha seguido botando "y eso normalmente acaba en pérdida" señalaba Ángel Fernández, que añadía que el Zamarat es un equipo para jugársela desde el tiro exterior, "si no, somos vulnerables". A pesar de los 64 puntos en contra, "hemos defendido muy bien a un equipo con mucho talento", finalizaba Fernández.
