Quizá porque seamos también amigos cueste dejar de ver desde el otro lado el camino a seguir en la vida, pero claro está que se le va a echar mucho de menos en los banquillos y haciendo más llevaderos, tiempos muertos y descansos en el Ángel Nieto. Se trata de la marcha esperemos que por un tiempo de Tomás Fernández otra de las almas mater del Club Virgen de la Concha.
El gusanillo del runnig habrá sido también culpable de la decisión meditada de este gran maestro de ayudas, acompañamientos y ceremonias para el club que le ha mecido durante estos largos años en el seno del baloncesto el Virgen de la Concha. Y aunque la decisión ya esté tomada y muy meditada como ha hecho saber en las redes sociales, seguro que seguirá pendiente de todo lo relacionado con el baloncesto de esta provincia porque el gusanillo lo tiene en el cuerpo y eso no se elude así como así. Una retirada espermos que momentánea pero que seguro que también merecida y por necesidades de aires nuevos.
Tomás Fernández ha mantenido vivas durante muchas temporadas las crónicas de los partidos del que fuera su equipo amarillo el Virgen de la Concha y nos ha ayudado a muchos sobre todo desde la distancia y con muchas de las fotos que le hemos solicitado así como resultados y comentarios serios y efectivos. Pero también desde la cercanía del "como va todo" y el "nos vemos por la tarde en el Ángel Nieto". Últimamente las maratones y la lógica necesidad de tomar aire tras mucho esfuerzo y muchos años en la directiva del Virgen de la Concha nuestro Tomás Fernández deja la estancia activa en el seno del club para esperemos lo retome tras coger ese aire que se necesita cuando uno lleva muchos años dándolo todo.
De todas formas nos seguiremos viendo por la calle y seguro que en los pabellones. Gracias Tomás por tu esfuerzo y trabajo desinteresado, por haber cuidado de tantos y tantos jugadores de aquí y de allí y sobre todo por tu buen hacer, por tu siempre inconmensurable labor y por aguantarnos telefonazos y mails durante tantos años. Nos vemos en nuestra Zamora. Gracias caballero, ahora podrás gritar y protestar con ganas desde la grada esas decisiones que nunca gustan y podrás volver a sentir desde el lado de la afición los colores del que siempre seguro será tu equipo.
