viernes. 19.04.2024
Álvaro Montero fue el autor del gol rojiblanco.

El Zamora CF vence en el Hermanos Antuña 0-1 merced a un testarazo imparable de Álvaro Montero y da un paso de gigante hacia el objetivo de la salvación que los rojiblancos empiezan a acariciar con los dedos.

Mieres va a comenzar a ser un lugar de peregrinación de la afición rojiblanca después de los dos últimos encuentros disputados en el Hermanos Antuña, ambos saldados con victoria rojiblanca por 0-1, aunque de distinta importancia los dos partidos.

El Zamora CF fue mejor en Mieres, aprovechando la angustia de un equipo que se encuentra abajo en la tabla y que, aunque merece salir de esos puestos porque hay equipos peores, no acaba de despegar y tendrá que seguir luchando por evitar el descenso de categoría.

Los rojiblancos fueron superiores, aunque los mierenses acumularon algunas ocasiones para llevarse el partido, especialmente una jugada anulada por fuera de juego que acabó en gol cuando los rojiblancos ya no disputaban la jugada y que podía haber cambiado la historia del partido.

Salió el equipo de Roberto Aguirre, hoy en la grada, con la misma motivación que en Ourense, empujando al rival contra su propia área y la primera ocasión clara del encuentro la tuvieron los zamoranos cuando Jorge Hernández dejaba pasar un balón que le caía a Montero y que el meta local, Javi Díaz, salvaba con el cuerpo cuando se colaba en la portería.

El paso de los minutos le dió mas constancia al Caudal, pero el Zamora tenía la lección muy bien aprendida, y no permitió concesiones. Invernón, uno de los más destacados de los caudalistas, fue perfectamente cubierto por Miguel Santos, que no le dejó repsirar en todo el encuentro, y que anuló una de las vías de ataque del equipo asturiano.

Pudo adelantarse el equipo de Manolo Zúñiga, hoy en la grada,  cuando Rojas aprovechaba una mala salida de Imanol, pero Ramiro sacaba bajo palos el remate del ariete. Tuvo otra más tarde el propio Rojas, pero en esta ocasión la defensa estuvo más rápida para evitar la posibilidad de disparo claro del delantero.

El centro del campo de los zamoranos, hoy comandado por Di Biase y Jacobo Trigo, inutilizaba al rival, lo que provocaba que el juego fuera espeso y ambos equipos tuvieran que buscar a sus dos hombres boya para iniciar las jugadas. Sin embargo, la amarilla que vio demasiado pronto Di Biase le condicionó en el trasncurso del partido.

Pudo ponerse por delante el Zamora antes del descanso cuando Ramiro Mayor salía de la cueva y mandaba un pase largo a la carrera de Jorge Hernández, que no era capaz de definir ante el cancerbero asturiano.

Tras el paso por vestuarios, a donde se llegó con 0-0, los locales salieron con más brío, con la necesidad de los tres puntos que le ayuden a salir de los puestos de descenso, mientras que el Zamora decidió esperar los fallos rivales para llevarse el botín de Mieres. Aguirre dio entrada a Fran Ochoa por Di Biase, para protegerse de una posible expulsión, y fue el propio Ochoa el que molestó con el cuerpo a un delantero rival para que este no pudiera rematar una falta que amenazaba con colarse en la portería de Imanol.

La salida fulgurante del Caudal se fue apagando con el paso de los minutos y Aguirre dio entrada a Dalmau por Aarón, para buscar más verticalidad y poder matar a la contra. El atacante rojiblanco fue el auténtico revulsuvo del partido y de sus botas nacieron las mejores jugadas de la segunda mitad. Especialmente clara fue la que, tras jugada personal de Rubén Sánchez, dejó a Dalmau y Montero contra un defensa pero el ariete zamorano no fue capaz de definir cuando llegaba la defensa.

Tuvo otra más Montero antes de poner por delante a los suyos, pero Javi Díaz, hoy inconmensurable, la devió a corner cuando los 50 aficionados rojiblancos desplazados a Mieres cantaban el gol. Y de esa jugada nació el corner que acabó dictando sentencia. Fran Ochoa ponía un centro abierto hacia la posición de Montero que se zafaba de su marcador y remataba a gol mientras el portero sólo podía observar como entraba por la escuadra.

El gol descompuso a los asturianos, que en los minutos que restaban acumuló errores y bajó inconscientemente los brazos mientras buscaba un empate que no llegaría. Los balones directos que metían los centrales mineros eran repelidos por una zaga rojiblanca que apenas acumuló errores y que contó, en el tiempo de descuento, con el apoyo de Garretas, que dejó por Jorge Hernández.

El Zamora CF logró una importantísima victoria en uno de sus campos talismanes y deja, a la espera de la disputa del grueso de la jornada, al descenso directo a 11 puntos y a la promoción de descenso a siete.

Montero da un golpe sobre la mesa