miércoles. 24.04.2024

Los rojiblancos ganaron con un auténtico golazo de Escudero y lograron la salvación matemática, el liderato del grupo y la posibilidad de soñar, al tener cuatro puntos de renta cuando restan nueve, con jugar el próximo año al menos en la Primera División RFEF.

Si es un sueño, el Zamora CF no quiere dejar de soñar. Las semanas en las que los rojiblancos iban arriba, escoltando al Unionistas, adelantando a los conjuntos gallegos, eran una sensación muy agradable, pero sin dejar de mirar unos puestos de descenso de los que había que escapar. Bien, el Zamora CF ya está salvado.

Lo que el pasado domingo era virtual, ahora ya es matemático. Ni Pontevedra, ni Coruxo, ni Salamanca UDS ni Guijuelo podrían ya alcanzar a los rojiblancos. El Deportivo de la Coruña está obligado a ganarlo todo y Compostela, Racing de Ferrol (que a vencido hoy al Celta de Vigo “B”) y Celta “B” están a más de un partido. Quedan tres encuentros.

El Zamora CF es líder de Segunda División “B”. Hay que repetirlo en varias ocasiones para acabar de creérselo porque hace no tanto el conjunto sufría en Tercera División. Los Gimnástica Segoviana, Arandina, Real Ávila se convirtieron en Deportivo de La Coruña, Pontevedra, Racing de Ferrol, Unionistas o Salamanca UDS; y el objetivo de la salvación se cumplió, faltando todavía tres jornadas, para disfrutar soñando con todo.

El Zamora llegó a Guijuelo, tras vencer a Unionistas, con el objetivo de sellar matemáticamente una salvación que era virtual y que no parecía que se le pudiera complicar de ninguna forma a los zamoranos. Llegó a Guijuelo con la posibilidad de ponerse líder de Segunda “B”, algo que no pasaba, tan avanzada la competición, desde hace más de una década. Y ejerció de líder desde el inicio.

Casi no se habían asentado en el campo ambas escuadras cuando Coscia abría a banda para que Escudero cogiera el balón botando y lo enviara a la escuadra mientras el cancerbero del equipo chacinero sólo podía hacer la estatua. Se adelantaban los rojiblancos con un auténtico golazo como ya hicieran tres días antes en el Reina Sofía.

Pese al gol, el conjunto que se encontraba más cómodo era un Guijuelo que, por momentos, se olvidó de jugar y buscó provocar a los jugadores argentinos rojiblancos, yendo al suelo en cada encontronazo con Coscia o Delmonte. En una de estas jugadas, Coscia cayó en la trampa y vio la tarjeta.

El Guijuelo se encontraba cómodo en el campo pero no era capaz de generar ocasiones y quienes si llegaban a la portería de Salcedo tras una falta botada por Carlos Ramos eran los rojiblancos. Piña conseguía rozar la bola y Salcedo, casi en el suelo, sacaba la bola en primera instancia. Insistió Escudero y de nuevo se encontró con Salcedo y Romero veía como su tiro lo taponaba la defensa.

Siguieron las llegadas rojiblancas y Coscia no llegó por poco a un balón que se paseó por delante de la portería chacinera en lo que pudo suponer un 0-2 que no acabó llegando pese a que los rojiblancos habían tenido tres claras.

En el descanso Movilla decidió dar entrada a Sergio García por un Coscia que había visto la amarilla y nada más entrar en el campo estuvo muy participativo. Empezó el Zamora CF de nuevo intentando ampliar la renta y de nuevo Salcedo se erigió en el héroe de los salmantinos salvando el tanto de Carlos Ramos.

El paso de los minutos permitió crecer al Guijuelo y Mapisa tuvo que intervenir, saliendo de su arco, en un par de ocasiones. El cuadro chacinero siguió apretando y los rojiblancos cada vez pasaban más apreturas. Parra y Astray veían la amarilla y Movilla decidía meter piernas frescas en las dos bandas con Perero y Coque en los extremos.

La más clara del Guijuelo, cuando restaban diez minutos para el final, fue en un cabezazo de Pino que se estrelló en el larguero cuando los aficionados locales ya cantaban el tanto del empate.

Sergio García pidió penalti en uno de los últimos acercamientos de los zamoranos en el partido aunque el contacto no parecía lo suficiente para señalar la pena máxima y Astray se metió entre los centrales para salvar los balones aéreos que intentaban meter los locales.

El técnico zamorano cambió a Parra por Meseguer y quitó a Sergio García para meter a Asiel, que volvía al equipo rojiblanco más de un año después y que se incrustó entre centrales para eliminar el peligro de los charros.

El colegiado señaló siete minutos de añadido que se lo hicieron muy largos a los rojiblancos redondeando una actuación bastante floja del árbitro gallego. En el añadido, Raúl Parra pudo ser expulsado por una entrada criminal pero el colegiado sólo le enseñó amarilla. Sin embargo, las protestas del jugador del Guijuelo, desembocaron en la segunda amarilla y dejó a los suyos con uno menos. En la última jugada, el portero del Guijuelo, Salcedo, subió a rematar la última falta a favor de los chacineros y a punto estuvo de marcar pero los tres puntos se quedaron en casa.

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