jueves. 18.04.2024

Plato de los viernes de cuaresma por excelencia casi en todo el territorio nacional, aunque con diversas variantes, dependiendo de la zona geográfica donde se cocine. En Zamora casi todos tienen alguna pequeña particularidad, que los hacen únicos y exquisitos; ésta en mi propuesta...

Ingredientes:
½ kilo de garbanzos.
½ kilo de espinacas.
1 cebolla, ajos, aceite de oliva, sal, pimentón dulce y laurel.
400 gramos de bacalao.
Elaboración:
Tener los garbanzos en remojo unas 12 horas antes por supuesto garbanzos de Fuentesaúco.
Poner a cocer los garbanzos con una pizca de sal, el aceite, laurel y la cebolla cortada en dos.
De otra parte cocer las espinacas; limpiándolas bien previamente. Reservamos las espinacas.

Dejamos cocer los garbanzos durante dos horas a fuego lento una vez que han empezado a hervir. Fileteamos el ajo en una sartén y salteamos las espinacas y añadimos el pimentón. Añadimos la mezcla a los garbanzos y dejamos cocer otro rato.
Limpiamos el bacalao de espinas y troceamos para incorporar a los garbanzos 10 minutos antes de retirar del fuego.
Servir acompañado de huevo cocido troceado, y cómo no unas guindillas de las que tanto nos apetecen en estos días de frío.

A disfrutar de cenas y comidas.

Potaje de vigilia, ¿cenamos?