Las mascaradas de invierno de San Martín de Castañeda mantuvieron la tradición. Nevando y con un grado bajo cero, así disfrutaron de las mascaradas en la víspera de Reyes en San Martín de Castañeda. Fieles a la tradición los mozos del pueblo dieron rienda suelta al divertimento y aún con una nevada de justicia salieron a la calle para celebrar una fiesta ancestral.
La amabilidad de las gentes y las ganas de seguir tradiciones y constumbres han llevado a las Talanqueiras que van disfrazadas con un armazón sobre los hombros, cubiertos con un lienzo y sobre él un mantillo rojo para el "touro" y amarillo o verde para la vaca, los armazones están decorados con la cabeza del toro y rabo por detráa a salir en las condiciones que sean, los que van de visparros: van cubiertos por unas máscaras llamadas "calantroñas", que se hacen con telas de colores con orificios para ojos, nariz y boca, por detrás están terminadas con borlas y cintas de colores. Mucho humor y muchas ganas en una tarde de nieve y frío. 
Todo un espectáculo digno de ver, y una eperiencia increible tal y como nos comenta el fotógrafo Carlos Fernando García Andrés. La tarde finalizó con una hoguera en la que se asaron chorizos y se merendó con embutido y vino.
También el personaje del ciego suele ir ataviado con una máscara de corcho o roja de cartón, recubierto en la paste posterior de la cabeza con una telas viejas. En senabrés o pachecu se animó también a los mozos que alborotaron la tarde de nieve.
