Las ganas de emprender y de dar salida a un futuro profesional basado en la innovación sin perder la esencia de Zamora, junto con la inquietud y la transgresión imaginativa serán los frutos que podrán verse en un conocido espacio situado en el centro de la ciudad y que ha de dar sin duda mucho de que hablar.
Ángel Juárez y Ana Rodríguez son los padres del proyecto inicial, las dos patas sobre las que se apoya Pepe Esteban la tercera pata en la cocina, que es un loco de la cocina que promete dar lo mejor de sí mismo en este proyecto lleno de ilusión y de nuevos formatos para los tres. Las raíces y el origen de todo este proyecto, se forja desde el hotel Trefacio y la cocina de la Farándula. Un trabajo y dedicación arraigados y de sobra conocidos ya en esta ciudad. Experiencia y juventud, para dar paso a "otra cosa" un proyecto que verá la luz en muy poco tiempo.
El antiguo restaurante París en el que muchos zamoranos pudieron degustar y disfrutar de la esencia de la cocina zamorana va a tener un nuevo motivo para ser visitado bajo la nueva dirección porque seguro que por esta vez será otra cosa.
Mantener la tradición jugando con las nuevas formas y presentaciones van a dar al trampantojo visual un sabor tradicional y de siempre, y nos explicamos: La nueva cocina no está reñida para nada con el sabor de lo auténtico y tradicional., con la vuelta al producto, tratado de forma diferente pero en definitiva con la vuelta al plato y al producto tradicional zamorano que será la base de la cocina del nuevo espacio que abrirá sus puertas el 1 de marzo.
Una cava repleta de caldos de la tierra, decoración sorprendente, espacios íntimos que seducen, espacios abiertos perfectos para dar rienda suelta a la imaginación tanto culinaria como cultural son los baluartes de un París renovado, un restaurante de siempre con un nombre que evoca tiempos pasados pero que pretenden marcar un futuro diferente en la zona centro de Zamora en lo que a la restauración se refiere.
Tres emprendedores zamoranos que buscan renovar el aire que respiran y ofrecer nuevas y diferentes sensaciones a los que elijan visitar un emblemático restaurante de la ciudad que se viste de gala para cambiar conceptos culinarios y culturales.
Un espacio abierto a todo tipo de público, con ofertas especiales y sorpresas, tolerante y desenfadado y en el que podrán dar rienda suelta a las múltiples opciones que presentan estos tres zamoranos que siguen negándose a abandonar orígenes y ciudad y que se aferran al nuevo proyecto que defenderán desde el 1 de marzo. Quedan pocos días y todo el equipo de personas que forman el nuevo proyecto trabajan contra reloj.
Suerte y enhorabuena, y por supuesto gracias por seguir creyendo que en Zamora hay, se puede, y se disfruta de la calidad del producto y de las cosas bien hechas.
