Este año se cumple el 35 aniversario de la consagración y bendición de la iglesia de San Lorenzo. Fue el 25 de mayo de 1981 cuando la iglesia del Barrio de los Bloques veía como el obispo de aquel entonces Eduardo Poveda consagraba y bendecía la edificación.
Hoy es Jesús Campos, un sacerdote zamorano de la quinta del 69 quien lleva 11 años en la parroquia de San Lorenzo y el Barrio de los Bloques, quien se ocupa de este asentamiento iniciado en los años 50 y que cuenta con una población activa de más de 11.000 personas.
"La filosofía de su arquitecto de una casa entre las casas es la mejor expresión de lo que es la comunidad cristiana en este barrio", así cree Jesús Campos que es la parroquia de San Lorenzo, una parroquia católica que ha dotado de identidad al Barrio y al revés. En los 80, y 90, su identidad se forja como una parroquia trabajadora y luchadora, muchos fueron los que trabajaron y siguen trabajando por el bien y la solidaridad de los vecinos.
"La identidad y no dejar de pensar en que todo lo que ocurre en el barrio tiene una repercusión en el mismo, deben de ser motivos de satisfacción y trabajo para todos" asevera el cura de San Lorenzo. "Creer y valorar lo que somos y lo que tenemos, es lo suyo, apostar por lo nuestro es quizá lo más importante, somos una iglesia muy de pies en el suelo".
¿Como es la iglesia y en qué frentes se trabaja?
La Iglesia es muy normal y trabajamos con la base de acogida lo más familiar posible. La sensibilidad de esfuerzos distintos, y las ganas de los grupos de jóvenes, hacen que la parroquia siga viva y San Lorenzo y el Barrio sean un punto de referencia, sé que se mira con un cierto deseo y admiración desde otros ámbitos, puesto que aunque caminamos entre la diversidad, caminamos al unísono y ese es el valor importante.
Proyectos con los mayores, jóvenes, y necesitados, todos son importantes. Jesús Campos habla con emoción de sus feligreses y grupos de ayuda en la Parroquia.
El envejecimiento progresivo de la población nos hace pensar aún más en nuestros mayores, y ser el segundo barrio de Zamora en habitantes es un hándicap importante. Cáritas ayuda con asistentes sociales, profesionales que nos dan pautas para seguir trabajando, ya que la profesionalidad en el trato humano también es muy de notar.
El principio de la dignidad es la máxima con la que tratamos a los que más lo necesitan y la recolección de alimentos y los repartos convierten las iglesias en centros de acogida con un trato basado en la dignidad. Las cosas han cambiado y nos ayudan muchísimo las obras sociales y cofradías, que con tarjetas, ya no con vales, hacen que las compras aún para los más necesitados sean dignas.
Compramos en el barrio y lo que intentamos es la retroalimentación de las empresas del mismo barrio, intentamos que personas y vecinos de aquí compren en el barrio y tenemos muy claro que la forma de ayudar ha de cambiar y estamos intentando que eso sea así.
Somos una parroquia joven y en el entramado del funcionamiento parroquial hay mucha gente joven y dispuesta, cosa que se agradece. Los procesos de iniciación cristiana, marcan un ambiente joven sano, sincero y sobre todo preocupado de la juventud. Como cura apoyo a nuestros jóvenes en lo que creen y en lo que trasladan, les escucho y ayudo en lo que puedo. Es para mí una auténtica gozada sobre todo durante el curso escolar la misa de 11:30 , ya que es un hervidero de juventud. Los mismos jóvenes tiran de los jóvenes, esa es la clave.
La parroquia es un mundo de valores, y San Lorenzo es una parroquia cercana y grande, abierta a todos, aquí las cosas funcionan trabajando, sobre todo, para que "la nada", la de la Historia Interminable y la indiferencia no se coman a la sociedad.
La importancia de la vida en el barrio no puede ser indiferente a los vecinos, esperemos que el virus no afecte a nuestra sociedad más de lo que ya lo ha hecho.
Como cura de barrio me siento muy feliz. Gracias.
