miércoles. 24.04.2024
Antonio Martín Alén es recibido por el Papa Francisco

La Diócesis de Zamora inauguró solemnemente el Año de la Fe con una eucaristía en la Catedral el 12 de octubre de 2012, y durante estos trece meses han tenido lugar algunos acontecimientos significativos en la vida ordinaria de la Iglesia local. El obispo publicó, con motivo de este Año, la carta pastoral Creyentes y testigos alegres, que se ha leído y trabajado en diversas instancias diocesanas. También firmó un decreto de indulgencias especial para este Año.

Diversas actividades diocesanas han girado especialmente en torno al tema de la fe y a la efeméride eclesial que motivó al Papa emérito a convocar este Año: el cincuentenario de la apertura del Concilio Vaticano II y el vigésimo aniversario de la promulgación del Catecismo de la Iglesia Católica. Por eso, las XI Jornadas Diocesanas que se celebraron entre el 30 de enero y el 1 de febrero abordaron esta temática, y el curso formativo del Centro Teológico Diocesano "San Ildefonso" (las conocidas como "Lecciones de Teología") han presentado de forma sistemática los documentos más importantes del Concilio.

Además, ha habido algunos momentos especiales, organizados con motivo precisamente del Año de la Fe, entre los que destaca especialmente la celebración de la eucaristía en la que el obispo confirmó a casi 300 adolescentes de las parroquias de Zamora capital, el 25 de mayo en el Auditorio "Ruta de la Plata". Más tarde, el 9 de octubre, cientos de escolares de los colegios católicos hicieron su peregrinación a la Catedral.

La Catedral, por otra parte, acoge desde febrero la exposición de un apostolado del siglo XVII, 13 lienzos que han sido restaurados para la ocasión y que en el trascoro del primer templo diocesano sirven para que los fieles puedan hacer la profesión de fe. De hecho, éste ha sido otro de los momentos significativos del Año de la Fe: las diversas peregrinaciones que los arciprestazgos de la Diócesis han hecho a la Catedral para confesar el Credo junto al obispo. Otros santuarios de la geografía diocesana han sido meta de peregrinaciones más modestas pero igualmente importantes para sus participantes.

La vida contemplativa también ha hecho su aportación al Año de la Fe, y se ha concretado en la preparación de unas vigilias mensuales de oración que arrancaban el pasado mes de octubre de 2012 y que en el Convento de Santa Clara de la capital han congregado a laicos, consagrados y sacerdotes para rezar siguiendo las partes del Credo.

A nivel de arciprestazgos y parroquias también ha tenido su importancia el Año de la Fe. En Toro-La Guareña, por ejemplo, se celebró en abril la Semana de la Fe, y en otros lugares y parroquias se han comenzado iniciativas de formación y catequesis de adultos. Durante el mes de mayo, el claustro principal del Seminario San Atilano acogió una exposición sobre el Concilio Vaticano II.

La Diócesis de Zamora ha estado representada en algunos de los principales encuentros que han tenido lugar en Roma con el nuevo papa Francisco. Del 3 al 5 de mayo, una decena de zamoranos participaron en la Jornada Mundial de las Cofradías, y del 26 al 29 de septiembre doce catequistas y sacerdotes acudieron a la Jornada Mundial de los Catequistas. También el Seminario Mayor y parte del Seminario Mayor acudió con su rector a la Jornada Mundial de los Seminaristas y Novicios del 4 al 7 de julio.

A nivel nacional, un evento importante ha sido la eucaristía en la que fueron beatificados 522 mártires del siglo XX en España, celebrada el pasado 13 de octubre en Tarragona. En esta ocasión han sido reconocidos como beatos el sacerdote franciscano Antonio Faúndez, natural de La Hiniesta, y los religiosos carmelitas Ángel María Reguilón, Bartolomé Fanti María Andrés Vecilla y Ángel María Sánchez.

Un año vivido con mucha Fe