9 de mayo de 2016, 12:43
En plena comarca de Tierra del Vino, entre suaves lomas en las que abunda el viñedo y el cereal, destacan aun hoy las ruinas de lo que fue el Convento de Santa María del Soto. Las ruinas se encuentran a escasos metros del casco urbano de Villanueva de Campean.
A finales del siglo XIV se instalaron aquí un grupo de franciscanos de la tercera Orden, llegando a vivir su periodo de máximo esplendor durante los siglos XVI y XVII.
como tantos otros fue enajenado con la Desamortización de Mendizábal y posteriormente vendido de forma muy fraccionada, llegando hasta nosotros en estado ruinoso.
Todo el conjunto es un ejemplo arquitectonico del concepto frasciscano de vida austera, sobrio, de lineas sencillas, a excepcion de su hermosa fachada.