El grupo clandestino realiza una intervención en lo que denominan la "zona 0" de la Zamora histórica como una acción de rebeldía para revitalizar la zona.
El grupo clandestino KoloreZ ha intervenido artísticamente en la madrugada del viernes 13 de julio en la que el colectivo denomina "la zona 0 del Casco Antiguo de Zamora" como una respuesta desde el arte y la rebeldía al declive que sufre la ciudad.
Peces y casitas de pájaros en los árboles, una ciudad de papel, un corazón amarrado a la tierra, cometas a punto de echar a volar o paisajes de ensueño sobre los pivotes constituyen el grueso de esta acción colorista que puede contemplarse en la Plaza de los Ciento, Plaza de Arias Gonzalo o en la Rúa del Silencio. Una acción que esta mañana era contemplada y comentada con agrado por vecinos y paseantes de la zona, que se detenían ante los árboles con curiosidad y respeto.
Integrado por un grupo de ciudadanos anónimos que se han unido con intención de revitalizar esa zona "porque entendemos que está en declive", la intervención del grupo es una respuesta a las noticias negativas sobre la ciudad, una manera de rebelarse a través del arte contra el sentimiento de frustración ante el empobrecimiento demográfico y económico de la ciudad.
En un comunicado enviado por el grupo a este periódico, el colectivo afirma que "el destino de nuestra vida no lo decidirán otros (de dentro o de fuera) sino que habremos de ser nosotros mismos los que con nuestra actitud consigamos o no ser felices, sea lo que esto signifique para cada uno de nosotros".
Asimismo, el colectivo afirma que "no somos artistas ni pretendemos serlo, solo queremos transmitir a la ciudad la energía de la que parece carecer en los últimos tiempos, desde la humildad. Estamos vivos así que sonriamos. Es así de simple".
Por último, KoloreZ invita a los zamoranos a respetar sus intervenciones y a vivir desde la alegría el día a día de la ciudad. "Esperamos que disfruten de la visita a la Zona 0. Su civismo y su respeto determinarán la longevidad de nuestra ilusión. Si no somos capaces de mantener lo que tenemos, tal vez no merezcamos nada de nadie, ni siquiera el inútil derecho a quejarnos".
GALERÍA. (Fotos: Ana Pedrero)
