miércoles. 24.04.2024

Es una situación incómoda de la que mucha gente no quiere hablar. Es normal, a nadie le agrada explicar estos problemas tan íntimos. Por suerte, vivimos en una era en la que la medicina ha avanzado a pasos agigantados y las soluciones están al alcance de la mano. ¡Descúbrelo!

Cuando llega el momento, llega. ¿Por qué no ha llegado antes? Pues puede haber cientos de motivos, en cada persona y en cada pareja son diferentes y todos ellos válidos. Es posible que os hayáis conocido hace poco, y ya no seáis unos niños. ¿Es vuestro caso?

O quizás lleváis toda una vida juntos, pero hasta ahora no habéis encontrado la estabilidad económica, emocional, o simplemente el instinto paternal o maternal por parte de alguno de los dos o de ambos. Lo importante es no torturarse por esto. Las decisiones vienen cuando vienen.

El caso es que ya lo tenéis claro. O puede ser que seas una mujer soltera que ha decidido dar el paso ella sola. Bienvenida a ti también, estás en todo tu derecho de asumir por tu cuenta esta elección vital. Te ha podido pasar lo mismo, has estado bastante tiempo dándole vueltas al asunto.

Pero ¿dónde queremos llegar a parar? Digámoslo sin rodeos: la edad es la principal causa de infertilidad, tanto de hombres como de mujeres. Para ser más exactos, no es la edad en sí, sino anomalías fisiológicas que se producen como consecuencia de esta.

A continuación, vamos a exponerte algunas causas de infertilidad tanto femeninas como masculinas, pero queremos dejar claro que no todas ellas tienen por qué estar siempre relacionadas con la edad. De hecho, algunas no lo están en absoluto, pero creemos importante que conozcas.

En el caso de las mujeres pueden ser: Trastornos del ciclo, como la anovulación (ausencia de ovulación), anomalías de las trompas de Falopio o del útero, endometriosis, problemas del moco cervical, infertilidad sin causa evidente, estrés, trastornos de la sexualidad, etc.

En el caso de los hombres nos encontramos con: poca calidad del semen, obstrucciones, factores hereditarios, eyaculación retrógrada, testículos no descendidos, varices en el escroto, alteraciones de la sexualidad, problemas hormonales, peso, etc.

La infertilidad masculina y la infertilidad femenina pueden tratarse porque existen eficaces tratamientos de infertilidad para hombres y mujeres. ¿Conoces a alguien que ya haya pasado por alguno de ellos? Seguramente sí, se han popularizado mucho en las últimas décadas.

Y es que hoy en día nadie tiene por qué privarse de la ilusión de tener hijos. Hace años no cabía más solución que la resignación, pero por suerte nos toca vivir tiempos en los que las clínicas de fertilidad dan un servicio muy completo a quien necesite ayuda para lograr un embarazo.

¿En qué consiste este servicio integral? Pues en un seguimiento desde 0. Se realizan pruebas tanto al hombre como a la mujer para saber con exactitud y precisión dónde está el problema y decidir con los pacientes cuál o cuáles son las soluciones más adecuadas para su caso concreto.

Como ya decíamos cada pareja y cada persona es un mundo. No existe un remedio único para todos, muy al contrario, se trata de evaluar cada situación de forma muy personalizada. Una vez se hayan llevado a cabo las pruebas y exámenes necesarias y tomado un plan de acción, se someterá a la paciente a un riguroso seguimiento para determinar el momento oportuno para iniciar el tratamiento.

En el caso de las pruebas que se pueden realizar para determinar la infertilidad en hombres tenemos el seminograma, cariotipo, estudio de Meiosis, fragmentación del ADN, microdelecciones del cromosoma Y, mutación gen CFTR de fibrosis quística, ecografía escrotal, análisis hormonal...

Hay que tener en cuenta que a veces, una diferencia de un día o apenas unas horas puede determinar el éxito o el fracaso del embarazo. Por eso, todo estará medido milimétricamente. La mujer se encontrará bajo supervisión médica constante, antes y durante el periodo de gestación.

Entre los tratamientos de fertilidad femenina más habituales se encuentran la fecundación in Vitro, la inseminación artificial, los tratamientos ginecológicos y andrológicos, los tratamientos hormonales y la toma de suplementos para mejorar la fertilidad.

Como es de esperar, no todos los tratamientos están recomendados en todos los casos, es más, algunos pueden llegar a estar contraindicados en algunos tipos de pacientes. Por eso lo mejor es ponerse en manos profesionales con un buen bagaje de experiencia acumulada en el currículum.

Somos conscientes de lo difícil que es dar el paso de solicitar ayuda, pero una vez que está hecho sabrás con certeza que es la mejor decisión que has podido tomar. No te dejes vencer por el desánimo, ten siempre presente que los factores psicológicos también son determinantes.

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