martes. 23.04.2024

Un nuevo virus deja varios muertos en China y la OMS se reune hoy para con todas las posibilidades de decretar la alerta mundial ante un coronavirus para el que no existen fármacos específicos que acaben con un microorganismo que ya ha provocado la muerte a seis personas y ha infectado a casi 300. La neumonía ya afecta a más de diez países y en Seatle Estados Unidos, se ha detectado un caso. La OMS recomienda el uso de las mascarillas ante el brote del coronavirus.

El alcalde de Wuhan (Hubei, China) confirmaba este 21 de enero que ya hay seis muertos por la neumonía que les provocó un nuevo coronavirus del que poso se sabe. Médicos chinos y la Organización Mundial de la Salud (OMS) situaron la alama en la probabilidad de que se contrajera por el contacto con animales, pero ayer determinaron que se podía transmitir entre humanos si existían contactos estrechos.

Este brote estaría vinculado a un mercado de Wuhan, en China, un mercado en el que tras el paso de las jornadas se han registrado 258 casos de los que 227 personas permanecen hospitalizadas, 51 se encuentran graves y 12 en estado crítico.

Medios locales indicaron que había 291 infectados en China hasta el 20 de enero y la gran mayoría se encontraban en la provincia de Hubei, pero también había afectados en Pekín o Shanghái y se detectaron algunos casos en personas procedentes de territorio chino en Japón, Tailandia, Corea del Sur y Estados Unidos.

Neumonía: el peligro principal
La neumonía atribuida al nuevo coronavirus no destaca por provocar síntomas especiales: los enfermos tienen fiebre, mientras que algunos sufren dificultades para respirar y sus radiografías muestran cambios en los pulmones. Una amenaza directa y sobre la que saltan todas las alarmas en medio mundo. Esta enfermedad de origen vírico no se cura con antibióticos y su tratamiento es sintomático, sin enfocarse en la etiología del mal.

La OMS aún evalúa la gravedad de la situación hoy y no recomienda que quienes viajen a China tomen medidas específicas en principio pero y también se pronuncia en contra de restringir las visitas a ese país asiático, por lo que aún no se trata de una epidemia. Pero las cosas podrían cambiar hoy mismo cuando un comité de expertos se reúnen en la OMS y determinarán el alcance de los contagios y de como tratar esta nueva enfermedad que de momento no tiene cura.

Como en otras enfermedades provocadas por virus, no existe ningún medicamento específico que acabe con la causa principal y es el propio sistema inmunológico humano el que debe combatir ese microorganismo: los tratamientos existentes solo ayudan a aliviar los síntomas.

Cuando padecemos enfermedades víricas leves, como resfriados o gripes comunes, nos solemos recuperar por los esfuerzos de nuestro propio organismo y un tratamiento sintomático. Sin embargo, algunos virus son mucho más potentes y generan complicaciones de diversa consideración que pueden derivar en fallecimientos, como sucedió durante el brote del ébola y se observa en algunos casos de este nuevo coronavirus.

Ciertas vacunas protegen contra algunos virus, pero no ante infecciones provocadas por un coronavirus humano. Por lo general, en situaciones así los médicos aconsejan un tratamiento parecido al de la gripe: guardar reposo, tomar muchos líquidos y medicinas específicas para los dolores de garganta y la fiebre.

Sin embargo, entre humanos solo nos circula una parte pequeña de los coronavirus que existen, ya que la mayoría solo están presentes en animales. Así, el mortífero síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS, por sus siglas en inglés) fue provocado por virus de dromedarios, mientras que el origen del síndrome respiratorio agudo grave o la neumonía atípica fue el SARS Co-V que portaban unos felinos llamados civetas.

En el caso de la neumonía atípica por el coronavirus SARS Co-V, los inhibidores de la proteasa lopinavir y ritonavir mostraron cierta actividad antiviral y el interferón alfa y beta también ofreció algunos efectos positivos, pero los datos sobre su eficacia son limitados.

En todo caso, los medicamentos que luchan contra un virus suprimen su replicación e impiden que se reproduzca en células sanas, pero no lo erradican del organismo. Si se trata de un virus de la gripe, fármacos como oseltamivir, zanamivir, amantadina o rimantadina ayudan a detener su propagación y, de esta manera, alivian los síntomas y reducen la duración de la enfermedad.

La epidemia

Hasta el momento también se han confirmado al menos dos casos de pacientes contagiados en Tailandia, uno en Japón y otro en Corea del Sur y el último de ellos en Estados Unidos, confirmado este mismo martes por las autoridades sanitarias del país, el hombre contagiado había viajado a China, por tanto y claramente el foco se instaura en el paías asiático.

Para evitar este tipo de supuestos, varios aeropuertos de Australia, Estados Unidos y varios países asiáticos como Tailandia ya han comenzado a realizar controles médicos (por lo general, una rápida medición de la temperatura corporal en búsqueda de posible fiebre) a los pasajeros procedentes de China

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