jueves. 25.04.2024

Los hosteleros de la fase 1 podían abrir hoy sus establecimientos aunque sólo para ofrecer servicio de terraza. La mayoría de ellos han decidido no abrir y esperarán hasta poder ofrecer servicio de barra. Otros quieren dejar pasar unos días y ver si pueden sacarle rentabilidad y algunos, los que menos, han abierto hoy sus puertas.

En Tábara, El Hotel Restaurante El Roble llevaba días abriendo su establecimiento hotelero a mínimos, para la gente que necesitaba dormir en el establecimiento y hoy ha decidido abrir su terraza con buena acogida de los tabreses que han disfrutado del primer café y de la compañía de vecinos, amigos y familiares a los que no han podido ver estos días.

"Abro porque tengo que tener abierto el hotel con servicios mínimos, preparo un menú del día y bocadillos, aunque el comedor y la cafetería no están abiertas y no me supone mucho esfuerzo abrir la terraza" señala el único hostelero de todo el municipio que ofrece desde hoy este servicio.

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El resto de bares y restaurantes de Tábara han decidido esperar, al menos una semana. Es el caso del Bar Palacio que durante estos días se dedicará a limpiar todo el local y a cumplir con todas las medidas de seguridad antes de poder ofrecer el servicio de terraza. "Vamos a preparar todo un poco antes de abrir" señalaba el propietario.

Con el local patas arriba, puesto que el cierre durante semanas obliga a ponerlo, de nuevo, a punto, este bar es uno de los muchos que viven de la barra, algo que, hasta junio, no podrán ofrecer por lo que la duda se cierne sobre todos ellos que abrirán las terrazas más como servicio social a sus vecinos que como fuente de ingresos.

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La Taberna de Mani es uno de los que más tardará en abrir aunque ha aprovechado esta jornada de lunes para empezar a montar la terraza. "Un bar, como su nombre indica, tiene barra y esa es la principal fuente de ingresos, sin barra yo no puedo abrir" explica su dueño quien quiere tener todo preparado pero no plantea la apertura antes de junio.

La mayoría de los bares de pueblo, con la excepción de los que tienen servicio de comedor, viven anualmente de la barra, algunas mesas y, en verano, del complemento de la terraza. Una situación que de momento les limita y les obliga, en caso de apertura, a un aumento considerable de los gastos que no pueden asumir sin clientela.

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En Pozuelo de Tábara, en plena N-631, hay dos bares que viven del tránsito, de los camioneros, de los viajeros y, por supuesto, de los pocos habitantes del municipio. Y es que, sin toda la provincia en el nivel 1, son muchos los zamoranos que aún no pueden acudir a sus segundas residencias lo que hace que la población de los pueblos se mantenga en niveles invernales. El Bar Yhasmin no se plantea la apertura de momento porque eso obligaría a volver a poner toda la maquinaria en funcionamiento para poder dar servicio a tres mesas de terraza. 

"Abrir la puerta genera unos gastos diarios a los que no podríamos hacer frente. Encender luces, cámaras, poner todo a funcionar para servir tres mesas" explica el dueño del bar. "La circulación está parada y aquí, en Pozuelo, no seremos más de 100 personas por lo que, hasta que no avance todo a la fase 1 y podamos abrir dentro no me planteo abrir" sentencia.

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Tampoco abrirá el Restuarante Vianco que sí que mantiene su servicio para camioneros de café y bocadillo y hace menús a diario pero no abrirá aún un bar hasta que no puedan dar servicio de comedor.

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El primer café tendrá que esperar