Fin del estado de alarma y comienzo de una nueva normalidad a la que todos nos tenemos que adaptar. Así lo han hecho también los vendedores ambulantes que, de pueblo en pueblo, instalan su pequeño mercado con piezas de fruta para los vecinos del municipio.
Al igual que al resto de los comercios o negocios minoristas la crisis ha golpeado duro, los vendedores ambulantes también han sufrido con el cese de actividad, por lo que la vuelta de los camiones a la carretera y la reanudación de las ventas supone un verdadero alivio.
Esta adaptación a la nueva normalidad pasa por el uso obligatorio de mascarilla y guantes para manejar el producto, además de evitar que cualquier comprador se acerque a las cajas de fruta, para lo que en el caso de Frutas y Verduras Emilio, de Toro, han colocado una cinta frente al puesto.
Y, por si acaso, un cartel aclaratorio del mantenimiento de la distancia de seguridad y la prohibición de tocar la fruta.
