jueves. 28.03.2024

La conducción de una motocicleta es una experiencia única, diferente a la de circular en otro tipo de automóviles, pero exige del motorista preparación y prudencia para minimizar los riesgos, ya que cualquier error o imprudencia –propios o ajenos– tiene un alto precio, más que en automóviles.

Llega el buen tiempo y con él las salidas en moto. Las rutas se intensifican y durante los trayectos los encuentros entre moteros aumentan. Una buena conducción será vital para evitar imprevistos.

Nunca forzar

Una de las principales reglas en la conducción de motos, tanto para principiantes como experimentados, es nunca conducir por encima de las propias capacidades y conocimientos. "Cada motorista debe conocer sus posibilidades y hacer las cosas al ritmo que sabe", explica Joan Arnella, director de la escuela de conducción TAC.

Acoplado a la moto

Encima de la moto, la postura del conductor debe ser relajada y acoplada a la moto. El cuerpo no debe ir excesivamente erguido y las rodillas ceñidas al depósito de combustible, para ganar aerodinámica. Los codos, ni pegados ni separados del cuerpo, para permitir la movilidad de los brazos.

Mirada a lo lejos

Otra de las técnicas fundamentales a la hora de conducir es dirigir nuestra mirada hacia el frente, hacia el punto más lejando de la trayectoria. De esta forma el motorista amplía su campo visual y tiene más tiempo para anticiparse a situaciones de peligro.

El jefe de sección de Formación de Conductores de la DGT explica que de esta forma podemos analizar el tipo de curva y el estado de la carretera y, así, "dibujar" la trayectoria. Añade que es preferible trazar de una vez que corregir en mitad de la curva.

Trazada perfecta

Es fundamental respetar en todo momento el límite de velocidad, adaptándola en el momento de la llegada de las curvas. Los especialistas aseguran que la aproximación es lo más importante, solo una preparación adecuada permitirá trazar de forma correcta.

Inclinar sí, tumbar no

El motorista reduce su velocidad frenando y bajando de marcha, ocupando la parte exterior del carril, con un radio de giro lo más amplio posible. En el punto de giro, el más lento de la maniobra, deja de frenar e inclina la moto. Si necesita tumbarla es que la velocidad no es la adecuada.

Una vez en la curva, el conductor abre gas para dosificar la acelaración y mantener la velocidad constante durante toda la trazada.

Dentro de su carril

Durante el proceso de inclinar la moto, el conductor debe mantenerse siempre dentro de su carril, sin invadir nunca el contrario, ni con la motocicleta ni con el cuerpo, una colisión contra cualquier otro vehículo que circule en el otro sentido puede tener consecuencias fatales.

En los imprevistos, que siempre los hay, el motorista que mantiene un margen de seguridad puede reaccionar a tiempo ante la gravilla suelta, baches u obstáculos.

Después de trazar limpiamente, la salida de la curva será el momento más cómodo y desahogado del giro, para enderezar la moto y acelerar de forma progresiva.

Llega el tiempo de rutas en moto. Aprende cómo trazar de forma correcta las curvas