martes. 16.04.2024

Como cualquier casa, el Ayuntamiento de Zamora tiene también su propio trastero. Un poco alejado de la Casa de las Panaderas, en la carretera de Villalpando, el Consistorio dispone de una nave en los antiguos terrenos de Renfe donde almacena desde antiguas casetas de feria y una maqueta de la ciudad hasta antiguos rótulos o un lapidario con restos arqueológicos recuperados por los servicios municipales tras la ejecución de diversas obras púbicas.

"Todo lo que guarda esta nave forma parte del patrimonio de la ciudad", señala el concejal de Turismo, Christoph Strieder, que no desecha la idea de mostrar al público zamorano todas las piezas, una iniciativa que por el momento ha quedado aparcada a causa de la pandemia. 

El proyecto sería mucho más ambicioso. El concejal de Turismo tiene la mente puesta en un futuro plan de desarrollo de la zona para reconvertir las antiguas naves de Renfe en edificios donde poder teletrabajar compartiendo oficina y espacios comunes, que se podrían completar con locales para actividades culturales. Pero para ello, el edil considera que se deben unir res factores: más inversión en banda ancha, regreso del tren madrugador, suprimido hace unos meses, y la voluntad de la compañía ferroviaria.

Es imposible ya recuperar el esplendor de otra época. En los terrenos donde el Ayuntamiento tiene su "trastero" antes había talleres para el arreglo de locomotoras que daban empleo a 500 personas. "Había hasta un calabozo donde retenían a los pasajeros buscados o que se portaban mal durante el viaje", señala el concejal de Izquierda Unida. Y oficinas, y talleres...un patrimonio que, poco a poco, están reuniendo la Asociación Ferroviaria Zamorana.

Continuando con el recorrido, la nave municipal guarda decenas de las losetas que pisamos por cualquier calle de la ciudad, pero también muebles antiguos, restos de exposiciones y hasta algunos contenedores de basura metálicos que se utilizaban hace años para la recogida de residuos.

Mención aparte requiere el lapidario, con 107 piezas arqueológicas recogidas de las obras que se han realizado, sobre todo, en el casco antiguo de la ciudad

Fue en septiembre de 2019 cuando el Ayuntamiento de Zamora encargó al arquitecto y presidente del Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo, Marco Antonio Martín Bailón, un proceso de selección, estudio y catalogación de los restos, la mayoría ya inventariados y depositados en el "trastero" municipal.

La mayor parte los fondos proceden de las obras realizadas hace 10 años en los jardines del Castillo, aunque su lugar de procedencia original era el antiguo monasterio de San Jerónimo. Impresiona ver en el exterior de la nave una enorme bala de cañón y restos de columnas aún entre la maleza.

Otras piezas fueron rescatadas en el parque de San Martín tras los trabajos de construcción del aparcamiento subterráneo, o de la Ronda de Trascastillo. Destaca un sarcófago procedente del edificio de la antigua Casa de la Juventud, hoy Albergue de Peregrinos.

 Quedan piezas y restos por estudiar. Algunos ni siquiera llegarán al lapidario por falta de interés arqueológico, pero lo que guarda el almacén municipal forma parte ya de la historia de los zamoranos que, quizá, algún día, si se hace realidad el sueño de Christoph Strieder, podrán ver expuestas todas estas joyas del pasado.

GALERÏA DE IMÁGENES Trastero del Ayuntamiento de Zamora

El "trastero" del Ayuntamiento de Zamora: un recorrido por la historia de la ciudad