viernes. 29.03.2024

Días duros los de la residencia de Peleas donde el maldito coronavirus se ha llevado la vida de varios compañeros de jornadas de dominó, calceta, baile, lecturas, teatros y juegos de mesa.

Los monitores y terapeutas del centro celebran el haber vencido por esta vez un duro brote que ha tenido a todos en vilo.
Trabajadores, usuarios, y familiares al igual que los gerentes del centro han tenido los días más duros de sus vidas y sobre todo resaltan el momento de la impotencia que ha llevado a muchos de los trabajadores a la desesperación y a llorar incluso en casa, esperando que la cuarentena pasara cuanto antes para poder estar con sus "abuelos".
Hablamos con ellos durante la cuarentena y sobre todo lo que pedían era primero que sus abuelos no se pusieran malos y que las noches pasaran rápido.
Sobrecarga en los compañeros que han podido estar al cuidado de todos ellos y que al ser negativos han podido en estos momentos de lucha salir adelante aunque también con mucha ayuda psicológica para todos, eso es lo que han necesitado tras casi un cien por cien de positivos y más de una decena de fallecidos.
Hoy tras constatar que el " bicho" ya no tiene actividad en la residencia, celebrar la vida es lo más importante.
Ellos, los mayores tienen claro que se les quiere en el centro, en la residencia, y que la muestra ha sido la preocupación de sus niños (cuidadores y monitores) porque nos hemos sentido queridos, muchos de nosotros más que en nuestra propia casa.peleas_residencia.jpg
Ellos ahora son mucho más que de nuestra familia, son nuestros héroes y parte activa de nuestras vidas, confiesan, Antonio, María, Juan...
Tanto los trabajadores como los usuarios y familiares mantienen una máxima, celebrar la vida con sumo cuidado y con todos los protocolos habidos y por haber, la lucha continúa pero ahora ya sin bichos que dejen un lastre en sus vidas porque a más de una decena de compañeros se los llevó esto de la mascarilla...

Los abuelos de la residencia de Peleas celebran la vida y que en su centro ya no hay bicho