martes. 23.04.2024

Asegura que le gusta innovar, ofrecer a los clientes lo que no hay en su ciudad. Ni el coronavirus ni las restricciones de cierre que impone a la hostelería han podido con la ilusión y Rubén Jiménez estrenó 2021 con un nuevo negocio: la sala rociera Bulería, en la calle Blas de Otero.

 Jiménez relata que el proyecto estaba en su cabeza desde hace 4 años. "Pero entonces no tuve la posibilidad de hacerlo", explica el hostelero zamorano. Con la llegada de la Covid-19, su puesto en el mercadillo de Zamora cada vez le dejaba menos margen con una caída de ventas del 80% y a ello se unió que su mujer perdió el trabajo también por culpa del coronavirus.

"Así que pensamos que era el momento de lanzarnos a la piscina", señala Rubén Jiménez, dueño también de una barbería en el barrio de Pinilla. Y el 31 de diciembre de 2020, la pareja inauguró el local de una "manera diferente" a como habían imaginado cuatro años atrás. "Era un negocio orientado a bar de copas nocturno, pero las circunstancias nos han obligado a cambiar los planes de forma provisional", apostilla el joven emprendedor.

Por el momento, asegura que está "contento" con los resultados de los primeros días de apertura. En su sala rociera se dan cita zamoranos de todas las edades con algo en común: la afición por el flamenco. El establecimiento hostelero también ofrecerá conciertos en directo.

 

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El primero, estaba previsto este sábado, a cargo de Miriam, de Ferreruela, una cantante de flamenco que reside en Salamanca, aunque el nuevo cierre de la hostelería decretado por la Junta de Castilla y León hasta el 26 de enero obligará a posponer la fecha.

Rubén Jiménez cogerá así el testigo de su suegro, dueño del último tablao que tuvo la ciudad. Pero eso fue hace 35 años. Ahora, en 2021, el arte flamenco y cuando el coronavirus lo permita tendrá cita obligada en "Bulería".

Rubén Jiménez: el salto del Mercadillo a una sala rociera en plena pandemia