Efectivamente los zamoranos de la diáspora son los que más echan de menos estas situaciones que se repiten a lo largo del año en los meses de invierno pero que siempre resultan espectaculares para los zamoranos sobre todo. Los que viven en la ciudad saben que hoy será un día sin ver el sol seguramente y que si se mantiene la cencellada quizá dure una novena.
La capital vestía esta mañana de jueves 14 de enero otra cencellada de las de órdago a grande, la primera de 2021 pero con visos de quedarse unos días entre nosotros tal y como aventura AEMET.
Tras el paso de Filomena, Zamora encara este enero con mínimas de hasta -7ºC en la capital pero nada que ver con los -11ºC que registra Sanabria y parte de la Sierra de la Culebra con otros -9ºC.
En el centro de la ciudad apenas se aprecia pero en el extrarradio, zona Aldehuela, Tres Árboles o Pinilla la "pelona" es manifiesta. Las márgenes del río Duero presentan aspectos totalmente invernales y los árboles helados hacen del paseo matutino un espectacular momento de blancos y grises con el ozono también como protagonista, la humedad del 99% en el ambiente hace que la respiración sea aunque lógicamente heladora, también podamos oler en el ambiente de forma especial.
El río en ambas márgenes está especialmente bello, y las aves que habitan en el entorno dejan en sus vuelos que el silencio de una mañana heladora a orillas del Duero no tenga parangón. Disfrutar de la ciudad aún a -5 o 6ºC bajo cero también es una bendición en estos tiempos de pandemia.
