jueves. 28.03.2024

Coincidiendo con el Día Internacional de la Alfabetización y el Día del cooperante, Taller de Solidaridad comparte las experiencias de los voluntarios y voluntarias, que recientemente han regresado de República Democrática del Congo, de Filipinas y de Chile.

Una ourensana, dos salmantinos, una jienense, un madrileño y un zamorano, todos ellos voluntarios y colaboradores en los comités de voluntariado que esta organización tiene en España y que, este verano, han tenido la oportunidad de aproximarse a los proyectos que apoya Taller de Solidaridad. Esta experiencia les ha permitido tener una mejor comprensión de los países y los proyectos con los que colaboran y participar, entre otras actividades, en tareas de educación formal e informal con mujeres, niños, niñas y jóvenes.

Taller de Solidaridad busca a través de este programa internacional que las personas que les apoyan voluntariamente en España, en tareas de sensibilización y de educación para el desarrollo, tengan un mayor conocimiento de los proyectos con los que colaboran y de la realidad de las personas que forman parte de dichos proyectos. Todo ello, con la intención de conseguir un mayor entendimiento mutuo y mejorar los resultados de su trabajo tanto en los países del Sur como en España.

Chema Payo, profesor en el colegio Divina Providencia de Zamora, y Jorge Burgueño, colaborador en el entorno de las SSJ en Madrid, han trabajado como voluntarios a lo largo de un mes, participando en distintos proyectos que la ONGD tiene en este país.

La primera semana trabajaron en talleres de costura, donde alrededor de 200 mujeres confeccionan de manera artesanal uniformes universitarios, ropa litúrgica y ropa deportiva. Compartiendo el día a día con estas mujeres, aprendieron a repasar hilos, coser botones, utilizar la máquina de coser... han podido conocer las difíciles circunstancias sociales y laborales a las que se enfrenta la mujer en Filipinas y el trabajo que se realiza en los talleres para mejorar esta situación. Visitaron y colaboraron en el proyecto Soñando un Techo de reconstrucción de Viviendas, en la isla de Salvación, que fue arrasada tras el paso del tifón Haiyan Yolanda a finales del año pasado. Y durante la última semana dieron clases de español en un colegio femenino a alumnas de entre 15 y 16 años.

"Nos levantábamos todos los días a las cinco de la mañana para entrar a trabajar con el resto de empleados a la fábrica. Estar así de implicados propiciaba el poder tener una relación más fuerte con ellos" (Chema y Jorge)

Cientos de voluntarios trabajan por la alfabetización mundial