martes. 23.04.2024

La FEAACS recuerda que peregrino y turista no son la misma cosa y que es esencial velar por el espíritu Jacobeo y por la seguridad, tanto de los peregrinos como de los pueblos y la población de riesgo de las rutas Jacobeas 

La Federación apela a la prudencia y a la responsabilidad individual y avisa de que la capacidad de alojamiento en los albergues será reducida a un tercio  

La Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago (FEAACS) hace un llamamiento a la prudencia y a la coordinación para garantizar un regreso seguro al Camino, tras el anuncio del Gobierno de la apertura del territorio español al tránsito internacional de personas, a partir del 1 de julio.

La Federación recuerda que toda vez que la pandemia del COVID-19 no ha finalizado y que tan pronto la movilidad vaya recuperando su estado de libertad plena, cabe esperar que los peregrinos regresen progresivamente al Camino; peregrinos no solo españoles, sino procedentes de cualquier lugar del mundo, alentados por el efecto llamada y la vuelta a la denominada nueva normalidad.

Una realidad que preocupa a la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago, a quien la apertura de fronteras para primeros de julio «ha cogido por sorpresa». «Siempre consideramos una hoja de ruta en la que hubiera una primera fase, exclusivamente con peregrinos nacionales, lo que permitiría verificar y consolidar las medidas a aplicar. Esta decisión es una invitación ampliada, un efecto llamada que repercutirá en un aumento del número de peregrinos», subraya la Federación Española, quien recuerda que «a día de hoy no existen normas que garanticen la seguridad de las personas, tan solo recomendaciones dirigidas a reducir riesgos, y cuya implementación requiere medidas, material y personal».

Albergues y seguridad

En la Guías elaborada por el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE) las recomendaciones enfocadas a "Albergues y Hostels" lo hacen pensando en establecimientos turísticos. Unas recomendaciones que, a juicio de la Federación, no contemplan la realidad de los albergues tradicionales -algo más de un millar repartidos a lo largo de las distintas Rutas Jacobeas-, como tampoco la idiosincrasia del peregrino o la práctica de la hospitalidad y acogida jacobea. «Creemos que peregrino y turista no son lo mismo, es conveniente no confundirlos».

Los albergues, lugar tradicional de acogida de la Rutas Jacobeas, son una de las piedras angulares del Camino y fundamentales en su reactivación.

En aplicación de las medidas higiénicos-sanitarias recomendada recogidas en esta Guía de la ICTE, la Federación avisa de que «el alojamiento de los albergues se verá reducido prácticamente a un tercio de su capacidad habitual, y así debe ser. Sin embargo, el binomio peregrinos-camas, si no está sincronizado, puede ocasionar problemas en algunas poblaciones». Desde la Federación se invita a pensar, para actuar en consecuencia anticipadamente, sobre la posibilidad de que el flujo de peregrinos pueda llegar a rebasar la capacidad del alojamiento disponible, el desarrollo del Camino en sus últimos 100 kms, cómo controlar la situación ante un rebrote puntual y cómo realizar un adecuado seguimiento para reducir su propagación. «Si algo sucede, un protocolo de actuación debe estar completamente definido». Y añade: «no sólo debemos ofrecer albergues seguros. Es preciso concienciar al peregrino de que su responsabilidad individual es fundamental en este momento».

Espíritu Jacobeo

Sobre la importancia de los albergues en la experiencia del Camino de Santiago, la Federación reconoce que puede ser precisa una reactivación económica y social con cierta urgencia y que el verano es un momento clave para el turismo; pero el Camino de Santiago, las Rutas Jacobeas, no son un paquete turístico. Son rutas de peregrinación, de vivencia, de experiencias propias y compartidas, de confraternización, donde lo que debe prevalecer es la propia esencia del Camino. En este sentido, la Federación recuerda que «sin los albergues de acogida el Camino no sería lo mismo, su objetivo es la hospitalidad, la hermandad y la solidaridad. Por ello es justo y necesario que esta acogida vuelva a poder ser ofrecida con plenas garantías de seguridad y confianza».

Preocupa igualmente la seguridad de los hospitaleros voluntarios, peregrinos que desempeñan un papel fundamental en la conservación y transmisión de los valores jacobeos, compartiendo conocimiento y experiencias, muchos de los cuales se encuentran en franja de riesgo debido a su edad. «Hay que determinar cuántos hospitaleros voluntarios hay disponibles y cuántos de ellos pueden realmente ejercer sin correr riesgos», anticipa la Federación, para quien es también vital garantizar la seguridad de los habitantes de los pequeños pueblos por los que discurren las Rutas Jacobeas, los cuales pueden percibir cierto riesgo en el paso de peregrinos y sobre los que habrá que incentivar el ánimo optimista y receptivo hacia el Camino, minimizando posibles temores y recelos y transmitiéndoles confianza. «Un ejercicio fundamental para propugnar la sensación de acogida integral que percibe el peregrino a su paso, como ha sido siempre, a lo largo de los siglos, algo indispensable en estos momentos».

Asociaciones, unidad y coordinación

Por todo ello, la Federación pide certidumbre en el liderazgo para planificar adecuadamente el regreso al Camino con seguridad y solicita unidad a las asociaciones de amigos del Camino de Santiago, federadas o no, para que trabajen en sintonía y de forma coordinada, «y despierten al cambio que se está produciendo», salvaguardando la consideración igualitaria de todas las Rutas Jacobeas.

Dado su papel fundamental, como defensoras y conservadoras del Camino, su labor, ahora más que nunca, es fundamental para garantizar la seguridad en el Camino; a través de ellas se facilita, al tiempo que la credencial del peregrino, información y recomendaciones necesarias para acometer una peregrinación plena y segura.

«Gracias a este primer contacto con el futuro peregrino se puede conocer la intención de fechas y recorridos, una información estratégica para un adecuado seguimiento del flujo y la movilidad de peregrinos, si somos capaces de compartirlo y gestionarlo, y con ella prever y acometer medidas que ayuden a reducir riesgos y aumentar la seguridad», subraya la Federación, al tiempo que invita a reflexionar sobre qué entidades, instituciones y colectivos deben estar acreditados para la entrega de credenciales, acto que no es baladí. Se trata del reconocimiento de identidad como peregrino, una información de enorme utilidad en estos momentos.

Todo un "Camino" para volver a la normalidad, sin olvidar que peregrino y turista no son la misma cosa y que es el turismo quien debe adaptarse al camino en él Camino, no al revés. «Ahora más que nunca se requiere de la cohesión y del compromiso de todos para la reactivación del Camino, con seguridad y confianza, y preservando los valores esenciales de las Rutas Jacobeas y de la peregrinación a Compostela».

Desde la prudencia, la cautela y la coordinación, «el Camino lo reactivaremos entre todos y cada uno de nosotros y será, una vez más, un Camino de unión entre pueblos, de respeto y compromiso, de reflexión. Para ello es crucial mantener un perfecto equilibrio entre un Camino seguro que devuelva confianza al peregrino y peregrinos responsables que cumplan las recomendaciones para volver a ese estado que se denomina como de normalidad", concluye la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago.

La FEAACS hace un llamamiento a la coordinación de todas las partes y pide prudencia...