2 de julio de 2017, 10:21
Muchos recordarán el chiflido matutino del afilador. Una tradición que se desvanece en muchas ciudades de España. En Zamora lo conocimos en bicicleta y esta mañana lo hemos visto pasar en verpino.
Antiguamente era el sonido de una pequeña flauta de caña y el pedaleo ávido de sus piernas el que movía el rotor de la piedra de afilar. Hoy día una grabación y el motor de un vespino es el que se encarga de seguir moviendo otras piedras más modernas para afilar cuchillos utensilios y navajas. Ya son dos domingos los que hemos escuchado este tradicional soniquete matutino en Zamora, hay cosas que no cambian.