Un nutrido grupo de empleadas del Centro de Mayores de la Residencia Tres Árboles se reunían la pasada noche del jueves en la cervecería bar Grial para celebrar la vida, una excusa, la mejor para poder celebrar que están todas y pueden hacerlo juntas.
Una cena de las muchas que se han de celebrar tras una pandemia que en el caso de estas empleadas ha tenido un marcado cariz de tristeza y enfermedad descontrolada. Ellas han cuidado de nuestros mayores con los medios que tenían, con todas sus ganas y muchas veces arriesgando sus vidas por los demás.
Ellos y ellas se merecen un brindis, el de la vida, y el de poder contar aunque con tristeza por los abuelos fallecidos que si la responsabilidad se toma de la manera que hay que hacerlo, la vida es posible y la opción a celebrarla es de todo lo mejor.
Por ellas alzaremos nuestras copas de vino, cerveza o agua, por ellas y por los que cuidan que sigan siendo nuestros abuelos y padres, nuestros mayores, la esperanza de un futuro mejor, el que quizá ellos no pudieron tener pero al menos en cuidados que no les falte de nada.
A todos los empleados de centros de mayores de esta provincia GRACIAS, con todas las mayúsculas por cuidar de lo nuestro, de lo que enorgullece a una sociedad justa, nuestros mayores.
