jueves. 25.04.2024

A pesar que la mañana había amanecido gris, la iglesia de San Miguel Arcángel de Castrogonzalo, se encontraba rebosante de fieles y sobre todo de amigos y familiares de Leti, que querían estar presentes en esta misa, en la que se la recordaba seis meses después de que nos dejara para siempre.

Don Lorenzo, el párroco de Castrogonzalo, trató con sus palabras llevar el ánimo a los familiares de la joven Leticia Rosino, pero cada vez que la nombraba, se percibía como un nudo se iba instalando en las gargantas de muchos de los allí reunidos.
Ha sido un acto sencillo, para su gente, para los que a diario convivían con ella y para los que de alguna forma cada día que pasa, no se va sin que su recuerdo se encuentre presente y son esos momentos en los que la emoción brota sin que nada pueda evitarlo y todo lo que ella nos dio, va saliendo de forma incontrolada del interior de cada uno de los asistentes.
Una vez terminada la misa, una comitiva de coches tomo la dirección del
Polígono Industrial, en el que Leticia desarrolló su trabajo en la empresa Lácteas Cobreros y a la puerta de la misma se había acordado por la corporación de Castrogonzalo que la calle llevara el nombre de Leticia Rosino Andrés.
David, que compartió una parte de su vida con Leticia y juntos tenían un proyecto de vida en común, se dirigió a los presentes para agradecer su presencia y decir unas palabras:

Son ya seis meses, desde que en este lugar nos arrebataron vilmente a nuestra querida Leticia, siete meses de vació; de soledad; de pena y de angustia, en los que el tiempo da la sensación que se ha detenido, cuando tenía que correr, casi volar para tratar de aceptar la desgracia que el destino nos ha deparado.
Pero, a veces hay que mirar las cosas desde otra visión y debemos intentar hacerlo con esa ilusión con la que ella lo haría, con esa esperanza puesta en un futuro que siempre iba a ser mejor, porque todos los que podemos hacerlo mejor, al menos tenemos que intentarlo.
Nos la han arrebatado de la forma más cruel e injusta que se puede uno imaginar, pero su recuerdo, sigue cada día más vivo que nunca entre nosotros. Ese recuerdo debe hacer que mantengamos viva la llama de su ilusión, porque somos los testaferros, los custodios de cada uno de los sueños con los que ella volvió a esta tierra que quería y si desde ese lugar en el que se encuentra, ve que cada uno de los sueños que dejó, se va cumpliendo, habrá merecido la pena y no habrá sido en vano su permanencia entre nosotros.
Leticia amaba la tierra que la vio nacer. Había recorrido medio mundo, pero sabía dónde se encontraban sus raíces y en el momento que tuvo la oportunidad, regresó para poner al servicio de sus paisanos, todo lo que había aprendido que era mucho y fue dejando esa semilla de quien sabe ser agradecido y busca lo mejor para aquellos que te rodean.
Por eso debemos seguir el trabajo que ella comenzó, que no se diluya la ilusión que tenía por esta tierra y por su gente. Ese recuerdo, nos ligará siempre a esa persona excepcional que tuvimos la fortuna de conocer y compartir con ella esos momentos que no vamos a olvidar.
Pero también actos como el que nos reúne hoy aquí, en este Polígono Industrial de Paradores en Castrogonzalo, donde para Leticia se abría un mundo de ilusiones con lo que su tierra y su talento eran capaces de ofrecer, permanecerá para siempre su recuerdo gracias a Rodrigo, gerente de la empresa Lácteas Cobreros en la que desarrolló su trabajo y a Joaquín García, alcalde de esta población que Leticia escogió para vivir, y a todo su equipo de gobierno.
Quienes no la llegaron a conocer, cuando vean el nombre de esta calle, conocerán su historia, su trayectoria y esa será una forma más de mantener vivo su recuerdo.
Gracias en nombre de la familia y amigos a quienes habéis tenido esta iniciativa por nuestra querida Leticia.

Han sido esos momentos en los que la emoción consigue ocultar cualquier sentimiento de los que se encontraban presentes porque solo el recuerdo de la vitalidad de Leticía, hacía que los ojos se fueran empañando y las gargantas se encontraran atenazas por la emoción.
El recuerdo de Leticia siempre va a estar presente en el pueblo que la acogió y seguro que su ejemplo, cuando su recuerdo vaya llegando a las gentes, ira cundiendo.
Para quienes la conocieron, quedarán esos momentos que pasaron junto a ella y quienes no tuvieron la oportunidad de hacerlo, a través de iniciativas como esta de la corporación de Castrogonzalo, haciendo que una calle del pueblo, lleve su nombre, hará que Leticia esté eternamente con nosotros.

La localidad de Castrogonzalo inaugura la calle Leticia Rosino Andrés en su memoria