La pandemia ha obligado a suspender todos los festejos populares, pero hay pueblos que se resisten a dejar atrás las tradiciones. Es el caso de Granja de Moreruela, que ante la imposibilidad de celebrar el día de San Antón como años anteriores ha repartido una "alubiada o sanantonada" entre los vecinos del pueblo para honrar al patrón de los animales.
El Bar La Espiga ha sido el encargado de cocinas las alubias acompañadas de "buen condimento". La cocinera María del Carmen Fernández, ha elaborado 3 kilos de alubias con matanza de cerdo para que los granjeños pudieran saborear la comida típica de San Antón en casa, junto a la familia.
El cierre de la hostelería decretado por la Junta hasta el 26 de enero ha impedido degustar la "alubiada" en el establecimiento hostelero que regenta María del Carmen junto a su marido, José Ferrero.
La degustación de la sanantonada ha sido el único acto de celebración. La evolución del coronavirus ha impedido celebrar la subasta de animales a la puerta de la Iglesia o la bendición de mascotas, tradición que mantienen tanto la capital zamorana como otros muchos pueblos de la provincia.
El día ha sido especialmente triste para la cofradía de San Antonio Abad de Zamora, que rendía homenajes a su patrón con una procesión y la tradicional bendición de animales, a la que seguía la subasta de productos de la tierra ante la iglesia de San Antolín, sede de la hermandad.
Centenares de zamoranos acudían este día con sus mascotas a honrar a San Antón que, portando la típica rosca de pan, recorría a hombros de los cofrades las calles de Zamora arropado por un cortejo de perros, gatos, pájaros, peces y todo tipo de animales domésticos y no tan domésticos.
