El alcalde de Carbajales ha concedido la licencia municipal para la macrogranja.
La Plataforma, hace meses, que se venía oponiendo a que el alcalde otorgara la licencia, y durante este tiempo hemos presentado reiterados escritos motivados, explicando las razones legales en las que nos basamos para solicitar su denegación.
Parece que el alcalde ha hecho caso omiso a nuestras peticiones, y de una forma unilateral, ha otorgado la licencia.
A la Plataforma, todavía, no se le ha comunicado formalmente nada, ni se le ha respondido a los sucesivos escritos presentados.
Nuestros servicios jurídicos, nos han preparado ya un Recurso de Reposición contra la licencia otorgada por el alcalde, que esperamos que de momento pueda parar el procedimiento.
Pero de todo esto, lo que más nos indigna, es que de una forma unilateral, sin dar ninguna clase de explicación fundamentada, lógica y jurídicamente, haya otorgado la licencia a la macrogranja burlando el sentimiento de oposición que ha manifestado la Tierra de Alba durante todo este tiempo a ese proyecto porcino.
Vecinos de Vegalatrave, de Muga, de Manzanal y de Carbajales, conscientes del perjuicio que para el medio ambiente y para sus propiedades iba a suponer el vertido de purines, todos ellos, firmaron un documento de oposición y declararon formalmente que ni habían autorizado, ni iban a autorizar vertidos de purines en las fincas de su propiedad.
Toda la comarca ha participado activamente con su presencia en las asambleas y con las aportaciones económicas que cada uno haya podido hacer, para intentar parar en nuestra tierra un proyecto que lo único que aporta, como se demuestra en los lugares donde ya lo han instalado, son malos olores, contaminación y el agotamiento de las aguas de nuestros acuíferos y contaminación del aire. Se trata de un proyecto altamente contaminante y es por lo que necesita un expediente de autorización medioambiental.
De una forma sintética, estas son las razones que reiteradamente desde la Plataforma se han manifestado al alcalde para que no otorgara la licencia:
1º Se ha otorgado una licencia para instalar una industria porcina en una finca a la que sólo se puede acceder por caminos rurales.
Como todos sabemos, por estos caminos sólo pueden transitar vehículos que no superen las 16 toneladas. Y estas limitaciones de tonelaje se hacen porque las estructuras de estos caminos no pueden soportar de forma permanente pesos superiores a los autorizados sin poner en peligro a los que los utilizan. El señor alcalde es el responsable de velar por la seguridad y mantenimiento de estos caminos, en caso de accidente. Sólo de forma excepcional se puede autorizar el tránsito de vehículos de mayor tonelaje.
Los camiones, que continuamente abastecen a estas industrias llegan a las 40 toneladas. Y la actividad autorizada, todos sabemos, que no es excepcional u ocasional, se trata del día a día de una industria.
Es decir, se trata de una industria a la que se le da licencia municipal, pero el Ayuntamiento no sabe cómo se va a poder acceder a su ubicación sin infringir las normas.
2º Se da licencia a una industria porcina que según la Ordenanza Reguladora del Emplazamiento de la Explotaciones Ganaderas, del propio Ayuntamiento de Carbajales, publicada en el BOP de 12 de julio de 2004, y en vigor, se trata de una explotación industrial por que supera la 80 UGMs, que la citada Orden establece como límite para clasificarse como explotación familiar. La macrogranja a la que se le otorga la licencia tiene 370,80 UGMs.
Y si, le decimos al señor alcalde, que para poder establecer el emplazamiento de una granja hay que clasificarla primero, y a la que le ha concedido la licencia, según la propia normativa municipal, es una explotación industrial.
3º Se ha autorizado que una explotación industrial porcina se establezca en suelo rústico, sin que el promotor haya solicitado la recalificación de los terrenos o se haya emitido declaración de interés público del proyecto.
Tanto la Ley de Urbanismo como el Reglamento de Urbanismo de Castilla y León equiparan las explotaciones agropecuarias intensivas a los usos industriales y contemplan su ubicación en suelo urbanizable.
4º Se da la licencia a una industria sin que el Ayuntamiento tenga garantizado como se va a deshacer de los vertidos, y esto es competencia exclusiva del Ayuntamiento. Los propietarios de las tierras no autorizan los vertidos. La Plataforma, ya informó al Ayuntamiento, que la promotora había tenido la desfachatez de presentar para el vertido parcelas municipales que se habían prestado a un ganadero para su declaración de la PAC.
Según un informe de la propia Junta de Castilla y León, que aparece en la Orden FYM/ 2011, de 9 de noviembre, la orografía del municipio es delicada por la cantidad de pequeñas laderas y arroyuelos que la surcan y que desembocan en el río aliste, y toda la cuenca del embalse del Esla.
5º Existen dos procedimientos judiciales abiertos y pendientes de sentencia firme.
Ha sido un expediente plagado de irregularidades y vulneraciones legales, algunas difíciles de camuflar, como que los colindantes de la parcela donde pretenden instalar la industria porcina, no fueron nunca notificados, hasta que se enteraron por la radio que había sido autorizada la instalación de semejante industria al lado de sus finas, y se personaron, a instancia propia, en la Junta de Castilla y León para que se les notificara.
La Plataforma, con el apoyo de toda la Tierra de Alba, lleva luchando más de dos años para impedir que las grandes industrias cárnicas utilicen nuestras tierras como un vertedero y lo seguiremos haciendo aunque nuestras voces tengan que llegar a Europa.
Hoy mismo, hemos presentado ante la Subdelegación del Gobierno en Zamora y la Junta de Castilla y León escrito, para que se proceda a revisar la concesión de la licencia de obra.
