La trashumancia que cada año realizan estos pastores entre Aliste y los pastos de las sierras de la Alta Sanabria constituye un elemento vertebrador del territorio e integrador de la sociedad rural de las comarcas, que mantiene las costumbres y las raíces autóctonas y conserva las "vías pecuarias" provinciales, es decir el patrimonio público de estos corredores ecológicos entre agostaderos e invernaderos.
Desde el punto de vista medioambiental, supone una protección de nuestra biodiversidad, conecta ecosistemas, previene la propagación de incendios y la distribución natural del estiércol, además es esencial para la migración y el intercambio genético de las especies silvestres y supone un ahorro de piensos, fertilizantes y pesticidas. Para los animales resulta beneficioso porque se consigue acceder a zonas con mejores temperaturas, mejores pastos y contribuye en beneficio de un producto de calidad (ganado alimentado con pastos naturales), animales más sanos y fuertes y protección de las razas autóctonas.
Constituye por tanto un tipo de explotación sostenible que integra territorio y ganadería, modificando el paisaje vegetal y creando paisajes culturales de alta biodiversidad, lo que genera bienes y servicios ambientales.
Por todo ello, el premio Tierras de Zamora al mejor proyecto empresarial vinculado al medio rural en Zamora ha recaído sobre estos pastores "Por ser uno de los mejores exponentes de una importante tradición al borde de la desaparición y por la perseverancia de quienes la mantienen con enorme sacrificio y esfuerzo personales. Por su valor ecológico, natural, histórico y económico. Una actividad que rememora la ganadería del pasado y que sigue suponiendo un patrimonio que debemos proteger y apoyar".
Fernando Martínez Maillo, presidente de la Diputación fue el encargado de entrega el premio a José Fernández y Anselmo, ambos de Palazuelos, Moisés Vaquero de San Vicente, Tomás García de El Poyo Domingo de Pobladura y Francisco Javier de Nuez en nombre de los churreros alistanos y se mostraron muy "emocionado por este reconocimiento" a los pastores de la zona. "Hacemos la transhumancia porque en Aliste no hay pasto, salimos a principios de julio y hasta el 10-15 de septiembre no volvemos a casa" expusieron los pastores. "Quedamos muy pocos porque los mayores se van jubilando y la gente joven no quiere entrar. Comemos latas de sardinas y embutidos durante ese tiempo y normalmente vamos solos ya que hay pocas ovejas. Este premio es muy importante para nosotros", añadían los pastores.
