viernes. 29.03.2024

A las ocho y media de la madrugada el peculiar personaje hacia sonar sus cencerros y comenzaba sus carreras en el pueblo, donde los quintos han interpretado el tradicional Baile del Niño.

En Zangarrón de Sanzoles despertaba esta madrugada a los vecinos del pueblo con sus cencerros abriendo el ciclo de las mascaradas de invierno en la provincia de Zamora. Como ordena la tradición, hoy 26 de diciembre el pueblo de Sanzoles vive inmerso en su fiesta, su día grande del Zangarrón, el estrafalario personaje que este año representa Luis Salvador Bueno y que resucita un ritual ancestral de origen inmemorial que se vive cada año, vestigio de las fiestas del solsticio del invierno.

A las siete y media de la mañana, mientras resonaban los cencerros, el movimiento acompasado del gentío rompía el fresco de la alborada mientras los cuerpos entumecidos iban entrando en calor con las sopas de ajo y los restos de alcohol. El Zangarrón, ya vestido pero sin careta, esperaba en una esquina y comenzaba a estirar. La hora se acercaba.

Una hora más tarde el bullicio se calmaba durante unos segundos y cuando el tamborilero hizo la señal, los vecinos se echaron a la calle para comenzar la fiesta. Los quintos adoptaban ya su papel de bailonas, se colocaron en la fila e hicieron sonar las castañuelas con su ritmo pegadizo. La espesa niebla y el frío no importan en esta mañana festiva, ya que el Zangarrón calienta las piernas de muchos jóvenes a "vergazajos". Desde la calle San Sebastián hasta las Cuatro Calles el bullicio no ha parado y las carreras se suceden sin parar. Al llegar, el tamborilero comienza con el "Baile del Niño" mientras el Zangarrón continúa intentando controlar a las masas y las bailonas completan la danza. El tiempo se para para los vecinos de la localidad, que viven con emoción su fiesta.

A las nueve y media de la mañana los jóvenes mantienen la tradición, huevos y chorizo para almorzar y los quintos salen en parejas a felicitar las pascuas. El Zangarrón en soledad, seguido por una decena de niños, va pidiendo por las casas. Toca descansar hasta la hora de misa. Es entonces cuando se celebra el famoso Baile del Niño.

Los quintos acompañan a San Esteban en la eucaristía en la iglesia, donde el Zangarrón no puede acceder, a ser un personaje profano y demoniaco. Finalizada la misa, sacan de nuevo al santo en procesión y los quintos vuelven a bailar. Al finalizar visitan la casa del párroco y hacen el "pasacalles".

La fiesta finalizará en torno a la una y media del mediodía, cuando los quintos lleguen a las Cuatro Calles de nuevo y bailen para todo el público que se arremolina en esa zona. Allí el Zangarrón echa alguna carrera para conseguir el preciado "billete" y tras los últimos compases finaliza la función, que cada año da cita a más gente en Sanzoles para conocer una peculiar fiesta declarada de Interés Turístico Regional. Una fiesta que abre el tiempo de las mascaradas de invierno en Zamora. A la celebración asistieron el Subdelegado del Gobierno y el Diputado de Turismo y vicepresindente de la Diputación de Zamora José Luis Prieto Calderón.

VÍDEO

El Zangarrón de Sanzoles abre las mascaradas de invierno en la provincia