La comitiva discurrió desde Santa Catalina hasta el camposanto, donde tuvo lugar la misa de difuntos
La Cofradía de Jesús Nazareno y Ánimas de Campanillas de Toro ha celebrado esta mañana su tradicional Fiesta del Cementerio o de Difuntos. A las diez en punto partía la comitiva desde la iglesia de Santa María de Roncesvalles y Santa Catalina hacia el camposanto, donde tuvo lugar una misa en memoria de los difuntos.
Abrían el cortejo la cruz y ciriales portadas por los diputados, seguidos por el guion de la Cofradía, portado por los escribanos. Posteriormente, los hermanos desfilaban entre dos filas y entre ellos los celadores, que portaban el campanil que indicaba el comienzo y el fin de cada responso.
Cerraban el cortejo los abades en ejercicio, y el capellán, y tras ellos la presidencia de la cofradía, y la junta Pro Semana Santa de Toro, así como las autoridades. La comitiva, que realizó el itinerario acostumbrado, rezó diversos responsos por el camino.
Una vez llegados los cofrades al camposanto, en el catafalco instalado en el centro del cementerio tuvo lugar la eucaristía, donde podrán participar todos los vecinos y devotos que lo deseen. Una vez concluida la celebración, donde se reza por los fallecidos de la cofradía y de la ciudad, la comitiva regresará a su sede, donde finalizará el acto.
Capilla
Además, la capilla de Jesús Nazareno y La Virgen de la Soledad, sita en la iglesia de Santa Catalina, en estos días luce ornamentada de luto y en ella están representadas las ánimas del purgatorio, con reclinatorio y rosario y dos ángeles luciferarios, que confieren un aspecto un tanto tétrico pero a la vez elegante
Desde que fuese abierta por la cofradía hace casi un año en un lateral de la nave derecha de la iglesia, la capilla se ha constituido en lugar de devoción y oración, no sólo para los cofrades, sino para toresanos y foráneos que se acercan a rezar ante el Nazareno y a la Virgen de la Soledad, que pueden contemplarse desde la calle.
Los abades en ejercicio, cuyo cargo estrenan en un acto oficial, hacen especial llamamiento a los hermanos a participar en tan emotivo y religioso acto, cuyo fin principal es rezar por los difuntos.
