jueves. 28.03.2024

Centenares de toresanos abarrotan La Colegiata para acompañar a la Virgen de la Soledad en su solemne coronación litúrgica y en la procesión popular hasta Santa Catalina.

La Virgen de la Soledad de Toro ya luce su corona de Reina, distintivo de la devoción secular que el pueblo toresano ha manifestado a la imagen. La Colegiata de Toro se quedaba esta mañana pequeña para la ceremonia de la coronación litúrgica de la Virgen, que sale en procesión el Viernes Santo en la Cofradía de Jesús Nazareno y el Sábado Santo acompañada por las casi 500 mujeres de la Asociación de Damas de la Virgen de la Soledad.

La imagen era trasladada en la mañana de ayer al templo mayor toresano, al impedir la lluvia su traslado procesional en la tarde-noche del viernes, como estaba previsto, coincidiendo con el 61 aniversario del incendio que arrasó la iglesia de Santa Catalina de Roncesvalles, en el que desapareció la imagen original de la Virgen. Sería el escultor zamorano Hipólito Pérez Calvo el autor de la nueva imagen, tomando como modelo la que se perdió en el incendio.

La Virgen salía a la calle a hombros de sus cargadores vestida de luto y azabache, con la ropa que luce el Sábado Santo, sin corona y sin flores, para dirigirse hacia La Colegiata, donde por la noche tenía lugar ayer una vigilia lírico musical, con la lectura de poemas y escritos mientras sonaba el órgano de La Colegiata. Como explica la presidenta de la Asociación de Damas de la Soledad, Carmen González, durante la Vigilia se procesió a rezar los Misterios Gloriosos y diversos niños realizaron ofrendan a la Virgen, instalada en sus andas en la nave izquierda del altar mayor.

Coronación Litúrgica

A las 11 horas de esta mañana comenzaba en La Colegiata la solemne misa de la Coronación Litúrgica de la Virgen, con una Eucaristía oficiada por el párroco Roberto Castaño, quien se despedía hoy de la feligresía por un tiempo indeterminado. Una hora antes, ya había toresanos y devotos de la Virgen en el templo para acompañar a la imagen y conocer la tiara realizada por suscripción popular por la firma zamorana Sobrino Joyeros.

A los pies de la Virgen lucía la corona de plata de Nuestro Padre Jesús Nazareno, titular de la Cofradía de Jesús Nazareno, a la que pertenece la Virgen y que es cedida el Sábado Santo a la Asociación de Damas de la Virgen de la Soledad.

Vestida ya con sus galas de luto y oro, como sale en procesión el Viernes Santo, y una preciosa decoración floral realizada por la Floristería La Toresana, la Virgen de la Soledad recibía su corona entre la alegría de todos los presentes.

Ya coronada, la imagen ha abandonado La Colegiata mientras sonaba el himno compuesto en su honor por José Manuel Chillón, para dirigirse en procesión popular hacia el convento de Santa Clara, donde la Virgen de la Soledad estuvo durante 30 años, hasta que se reconstruyó la iglesia de Santa Catalina, destruida por el incendio. Allí se ha producido uno de los momentos más emotivos de la jornada, cuando las monjas se han asomado para contemplar a la Virgen que durante tanto tiempo custodiaron. Las Clarisas han sacado hasta la puerta el Ecce Homo y han regalado a la Soledad un ramo de siete rosas por los siete Dolores de la Virgen y por las siete monjas que quedan en el convento.

Después, la Virgen de la Soledad emprendía el camino de regreso hacia Santa Catalina, donde ha sido despedida con el cántico de la Salve popular mientras miraba a sus devotos y cofrades, que han vivido una jornada llena de emoción y alegría al ver reconocido el cariño popular que el pueblo toresano siente por la imagen.

GALERÍA DE FOTOS

Una corona de Reina para la Soledad de Toro