Cerca de 4000 personas disfrutaron en la noche del sábado en Toro del concierto de una Rozalén gestual, cercana, amable y tierna que estuvo muy bien acompañanda por un grupo de músicos y profesionales que dejaron su impronta en un Toro volcado con la artista. Un directo de los de no olvidar.
Un concierto que hizo disfrutar a un público entregado desde el inicio y que tuvo que aguardar una larga cola para entrar a la plaza de Toros.
Una velada amena, con una simpática y cercana Rozalén hizo que Toro se vistiera de largo en su coso taurino para disfrutar de cerca de un artista que con su grupo se hace grande en el escenario y transmite todo su buen hacer una manera mágica.
La pasada noche del sábado Toro gozaba del ritmo acompasado del grupo que arropa a Rozalén una artista joven y que se ha hecho hueco en el parnorama musical español con su voz ronca y especial además de por ser la única que lleva en su espectáculo una intérprete en el lenguaje de signos que siempre la acompaña. La cercanía de sus letras y de sus posturas reivindicativas hacia el género femenino, son también seña de identidad de la artista y su grupo. Ayer Rozalén hizo cantar a los cerca de cuatro mil espectadores sus temas más conocidos como fueron "La puerta violeta", "Comiéndote a besos" o la esperada "Girasoles" centraron la mayor diversión en sus fans que ayer transformaron la plaza de toros de toro en un gran concierto de la albaceteña Rozalén que emocionada agradecía la gran entrada registrada.
El grupo no dejó insatisfecho a nadie ya que entregados al 100 por 100 hicieron disfrutar de una actuación de cerca de 2 horas, al numeroro y entregado público llegado toda Castilla y León.
