jueves. 28.03.2024

La Cofradía de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén recorre las calles más céntricas de la ciudad.

Zamora ha entrado hoy de lleno en los días de la Pasión con la entrada de Jesús en la ciudad a lomos de una borriquilla. En una tarde de sol casi veraniego y de calor, la Real Cofradía de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén ha poblado las calles de palmas doradas y de la alegría de los niños en la que para muchos es la primera procesión de sus vidas.

Los aledaños del Museo ya presentaban esta tarde el maravilloso desorden que precede al inicio de las procesiones. Tras el acto de la bendición de las palmas por el capellán de la cofradía, Florentino Pérez, en la misma puerta del museo, pasadas las cinco y media de la tarde se ponía en marcha la procesión, cuyo paso anunciaban las esquilas incesantes del Barandales y la Banda de CCyTT "Ciudad de Zamora" con sus redobles y las cornetas, evocando los sonidos más recordados de la tarde del Domingo de Ramos.

Numerosos niños vestidos de hebreo -que han ampliado de forma notable su presencia en la procesión desde que la directiva abriese esta posibilidad a todos aquellos que lo deseen hacer- y niños de calle con sus ropas nuevas de primavera (muchos de ellos en tirantes o en manga corta), han conformado un cortejo lleno de color en la que es la procesión más querida por lo que supone para los padres y abuelos que por primera vez llevan a los pequeños de la casa de la mano. Centenares de personas han esperado la llegada del cortejo en la Plaza Mayor y en las aceras del centro en una tarde favorecida por las altas temperaturas y por una maravillosa alegría infantil que dará paso a los días de la Pasión y de la penitencia.

Muchos de los niños zamoranos dan hoy sus primeros pasos como cofrades, forman parte de su primera procesión.Y el sol, que lo sabe, ha querido acompañarles para que la jornada brillase aun más en una tarde que recordarán para el resto de sus vidas.

Con sus vistosas capas de raso fucsia, sus túnicas blancas y sus altas palmas doradas en las manos, los cofrades han formado entre las largas filas de niños, convirtiendo la ciudad en un enjambre de palmas y ramas de laurel para recrear el rito, la bienvenida a Jesús en su entrada en Zamora, mientras la Banda de Música de Zamora acompañaba el caminar del paso de Florentino Trapero por las calles más céntricas de la ciudad dejando el rastro de sus marchas procesionales y regresando al lugar donde generaciones enteras de zamoranos los recuerdan.

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Fotos: Fco Colmenero y Pablo Carretero

La ciudad de los niños recibe con alegría y palmas a Jesús