viernes. 19.04.2024
Un momento del acto de la Plaza Mayor (Foto: Rafa Lorenzo)

La cofradía organiza el acto del Descendimiento en la Plaza Mayor con sus doce pasos en la calle, convirtiendo un sábado de septiembre en un Viernes Santo.

No pudo ser en la tarde del Viernes Santo. La lluvia impidió a la Real Cofradía del Santo Entierro salir a las calles de Zamora en el año de su 425 aniversario. Aquel día Zamora News subía una crónica, la de la procesión que no fue, con la emoción que se vivió´en la Plaza de Santa María y en el Museo cuando se anunciaba la suspensión. Pero hoy el sol ha brillado con fuerza y la Real Cofradía ha transformado a la ciudad en la Zamora de marzo y abril, convirtiendo en Viernes Santo un sábado de septiembre que ya es historia.

A las cinco de la tarde se abrían los portones del Museo de Semana Santa y salían los once pasos de la cofradía a hombros de sus cargadores, junto al Cristo de las Injurias, en majestad en su mesa dorada. Con una organización impecable, los pasos han entrado en la Plaza Mayor acompañados por las marchas fúnebres de la Banda de Zamora y de la Banda Nacor Blanco, cuyos músicos han realizado en la tarde de hoy un esfuerzo extraordinario dándose el relevo de forma ininterrumpida para que todos los pasos pudiesen lucirse en la calle.

Las esquilas del Barandales anunciaban el cortejo en una tarde de intenso calor, con los pasos revestidos de procesión, con sus faldillas negras de terciopelo y adamascadas y las imágenes de la Magdalena y de la Virgen de los Clavos con sus túnicas de terciopelo y oro. Uno a uno, los pasos han entrado en la Plaza, donde se ha instalado una estructura con el Cristo articulado (antiguo titular de la cofradía) y la urna antigua, listo para la ceremonia del Descendimiento, que ha contado con los cánticos del Coro San Alfonso. Una vez colocados todos los pasos, la Virgen de los Clavos ha sido llevada por sus cargadores frente al Calvario, donde le presentaron a Cristo ya desenclavado.

El capellán de la hermandad ha situado a la cofradía en su contexto histórico y ha reflexionado sobre el siginficado de la cofradía en el siglo XXI. Los inusuales 34 grados de esta tarde de septiembre no han desanimado a los cargadores, que han llevado sobre sus hombros a La Magdalena, la Conversión del Centurión, La Lanzada -que celebra su 150 aniversario-,el Cristo de las Injurias, el Descendimiento, la Piedad, el Descendido, la Conducción al Sepulcro -que cumplía los 25 años de su puesta a hombros-, San Juan y Nuestra Señora, el Retorno del Sepulcro -cuya joven plantilla ha podido, al fin, estrenarse, tras la puesta a hombros del paso, la Urna y la Virgen de los Clavos. 425 años de historia y de devoción en las calles en una jornada en la que miles de zamoranos han arropado a la Real Cofradía del Santo Entierro.

Finalizado el acto, el cortejo ha regresado al Museo donde se han vivido momentos de intensa emoción como si fuese el epílogo de un Viernes Santo antes de que Nuestra Madre salga a las calles, con una Semana Santa casi cumplida. En el aire, el olor del incienso perfumando el último día del verano y el rastro de las marchas fúnebres que son el signo de identidad de esta tierra: Thalberg, Dolor de una Madre, Getsemaní, Perdónalos,  Nazareno de San Frontis, La Cruz, Crucifixión, Nuestra Madre,Chopin o Los Clavos han resonado en las calles emocionando a los zamoranos.

Abrazos, felicitaciones y momentos mágicos, como cuando La Magdalena detenía su paso ante Pepe Gato, quien durante más de treinta años la ha llevado por las calles, o cuando el Centurión homenajeaba a Miguel Alonso, su primer jefe de paso, en cuyo grupo carga ahora su hija, o el broche de oro con Lili Pedrero, maestro de cargadores, quien hace cincuenta años comenzó a soñar con el regreso de todos los pasos a hombros, que hoy ha visto cumplido- guiando a la Virgen de los Clavos en el tramo final de su recorrido a sus 84 años, invitado por el presidente de la Real Cofradía del Santo Entierro, a la que han acompañado presidentes de diversas cofradías del Entierro de la provincia y de distintos puntos del país, además de directivos de numerosas hermandades, la presidenta de la Junta pro Semana Santa, el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento o el subdelegado del Gobierno.

Y cuando casi a las once de la noche se han cerrado las puertas del Museo, ahora sí, este periódico sube la crónica de la procesión que sí ha sido, de una efeméride que marca una jornada histórica en la cofradía y en la Semana Santa, que culmina el intenso trabajo desplegado por la cofradía para que todo saliese perfectamente organizado, como así ha sido. 

Felicidades, hermanos.

 GALERÍA (Fotos: Rafa Lorenzo)

 

El Santo Entierro celebra con todo su esplendor su 425 aniversario